O objetivo é contribuir para melhorar as condições de encarceramento do sistema prisional do Estado, com o foco em dois presídios que abrigam grupos em situação de vulnerabilidade
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) aspira a propiciar un trato humano y condiciones de detención dignas para las personas privadas de la libertad, con el debido respeto del valor de cada individuo, independientemente de los motivos que llevaron a su detención. También procuramos aliviar el sufrimiento de las familias, en particular mediante el restablecimiento de la comunicación entre las personas detenidas y sus seres queridos.
El enfoque se basa en el contacto directo, fomentando un diálogo constructivo con las autoridades penitenciarias y otros actores, con el fin de estimular la adopción de medidas que mejoren las condiciones de la población carcelaria y promuevan su bienestar. En este marco, es fundamental conocer y entender la realidad de estos lugares, en cada contexto.
Contar con un diagnóstico de las necesidades de esta población fue una de las principales tareas del CICR en Brasil en 2021. Los focos de acción del área de Detención fueron dos unidades penitenciarias ubicadas en el Complejo de Aquiraz, en Ceará, con poblaciones en situación de especial vulnerabilidad durante el encarcelamiento: una cárcel de mujeres y otra que aloja a adultos mayores, personas con discapacidad y población LGBTQIA+.
"La labor que el CICR realiza con personas privadas de libertad en todo el mundo no es todavía muy conocida en Brasil; por eso, comenzamos realizando sesiones de divulgación y entrevistas a los detenidos y al personal penitenciario en estos dos establecimientos, para entender la realidad y las necesidades específicas de cada población", explica Patrícia Badke, coordinadora adjunta del Departamento de Protección de la delegación regional del CICR para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, y responsable del programa para las personas privadas de libertad de la delegación regional. Según ella, la larga experiencia del CICR en detención permite adoptar un enfoque innovador para el trabajo con estos grupos.
EL INSTITUTO PENAL FEMENINO (IPF) DE AURI MOURA COSTA, EN CEARÁ, ES ATENDIDO POR EL CICr. Foto: Camila Almeida/CICr