Ginebra (CICR) – Una nueva encuesta, publicada hoy, sobre cómo personas de diferentes partes del mundo perciben una serie de cuestiones relativas a la guerra señala un fuerte apoyo a la idea de que las guerras deben tener límites. Revela, además, opiniones sumamente preocupantes sobre la tortura y las víctimas civiles.
Más de 17.000 personas fueron entrevistadas en el marco de esta encuesta, que se realizó entre junio y septiembre de 2016 en dieciséis países. Diez de estos países, incluidos Irak, Afganistán y Sudán del Sur, estaban atravesando en ese momento una situación de conflicto armado. Los países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (conocido como el P5, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia) también participaron en la que ha sido la mayor encuesta de este tipo realizada por el CICR.
Ocho de cada diez entrevistados dijeron que los combatientes deben evitar lo más posible a los civiles al atacar al enemigo. La misma proporción de personas sostuvo que está mal atacar hospitales, ambulancias y trabajadores de la salud para debilitar al enemigo.
Sin embargo, un alarmante 36% de encuestados cree que los combatientes enemigos capturados pueden ser sometidos a tortura para obtener información militar importante. Solo una proporción levemente inferior a la mitad de los encuestados este año (48%) consideró que está mal recurrir a esa práctica, en comparación con un 66% en una encuesta realizada en 1999. Un 16% de los encuestados dijo no saber la respuesta.
"En una época tan turbulenta, es alentador comprobar que una amplia mayoría de personas cree que las leyes de la guerra son importantes. Este reconocimiento de los valores humanos básicos se contrapone a las violaciones flagrantes del derecho que vemos en nuestra labor diaria", dijo el presidente del CICR, Peter Maurer.
"Los resultados también demuestran que debemos volver a trazar esta línea: todas las formas de tortura están prohibidas. Demonizamos a nuestros enemigos, y así nos ponemos en peligro a nosotros mismos. Incluso en la guerra, todas las personas merecen recibir un trato humano. Recurrir a la tortura significa iniciar una carrera hacia el abismo. La tortura tiene efectos devastadores en las víctimas y brutaliza a sociedades enteras por varias generaciones."
La encuesta señala una mayor probabilidad de que las personas que viven en países afectados por conflictos o cerca de éstos respondan más humanamente a las preguntas sobre las leyes de la guerra. En los países del P5, pareciera que se tiende a aceptar más que las víctimas civiles y el sufrimiento son una parte inevitable de la guerra.
- El 78% de los encuestados en países afectados por conflictos dijeron que estaba mal atacar a combatientes enemigos en zonas habitadas, puesto que muchos civiles resultarían muertos. En los países del P5, solo el 50% de los encuestados dijeron que estaba mal recurrir a esa práctica.
- El 26% de los encuestados en los países del P5 expresaron que privar a la población civil de bienes básicos, como los alimentos, el agua o los medicamentos, para debilitar al enemigo es tan sólo "parte de la guerra", en comparación con el 14% de los encuestados en los países afectados por conflictos.
"Ante las terribles imágenes que nos llegan constantemente de las líneas del frente de diferentes partes del mundo, no debemos perder la empatía y volvernos indiferentes al sufrimiento humano", dijo el señor Maurer. "Pero el abrumador mensaje que transmite esta encuesta es que las personas realmente creen en la importancia del derecho internacional humanitario, incluidos los Convenios de Ginebra, y de la protección de los civiles durante los conflictos armados."
Los cuatro Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales procuran limitar los efectos de la guerra en quienes no participan en las hostilidades, como los civiles y los combatientes heridos o capturados.
"La eficacia y la pertinencia de las leyes de la guerra se cuestionan tal vez hoy más que nunca en la historia reciente", añadió el señor Maurer. "Y, sin embargo, queda claro que las personas no creen que en los campos de batalla rige el "vale todo"." La encuesta muestra que hay una desconexión entre la opinión pública, según la cual los ataques contra civiles, hospitales y trabajadores humanitarios son inaceptables, y las políticas y las acciones de los Estados y los grupos armados que cometen esos actos."
Los resultados completos de la encuesta "Voces sobre la guerra" pueden consultarse en www.cicr.org/vocessobrelaguerra.
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