Identificar a los muertos: por qué el CICR incrementa su capacidad forense en África
"No hay escasez de desastres en África". Esta observación se hizo en la cuarta reunión anual de la Sociedad Africana de Medicina Forense, que se celebró en marzo en la ciudad keniata de Nairobi. Eso explica parcialmente por qué el CICR ha incrementado recientemente su capacidad forense en ese continente con la contratación de Stephen Fonseca como coordinador regional forense para África, basado en la ciudad sudafricana de Pretoria, que es centro de conocimientos y formación forenses.
Stephen voló a Nairobi de nuevo en abril, para ayudar con la gestión de los restos de las 148 personas que murieron en un ataque terrorista perpetrado en una universidad de la ciudad de Garissa. Stephen y Morris Tidball-Binz, el principal experto forense del CICR, hablan sobre este ámbito en desarrollo:
La decisión del CICR de incrementar su capacidad forense en África, ¿refleja la tendencia de que la necesidad de expertos forenses será mayor en los próximos años?
Morris: Primero, hay una mayor conciencia en todo el mundo de la necesidad de ocuparse de las personas que mueren en los conflictos armados. Los muertos figuran de una u otra forma en los conflictos armados, lo cual no era tan frecuente hace una década o dos. Eso tiene que ver con el hecho de que las familias u otros grupos de presión son partes implicadas en el aumento de esta concienciación. Así que, en esencia, hay mayores expectativas y exigencias no solo de la opinión pública en general sino de las propias familias de las víctimas, así como una concienciación creciente sobre lo que la medicina forense puede de hecho aportar en el ámbito de las reparaciones o de la verdad.
¿Puede dar un ejemplo concreto?
Morris: Hay un sector — la industria de la aviación — donde todos los desastres van seguidos de un esfuerzo muy minucioso por identificar y recuperar a todos los fallecidos, por razones que van desde los seguros hasta la política. La respuesta ante los desastres no es lo que era hace 20 años, cuando uno podía decir que solo se había identificado al 50 por ciento de las víctimas. Hoy esa respuesta es totalmente inaceptable.
Stephen, usted vino a la morgue principal de la ciudad de Nairobi tras el ataque a la universidad de Garissa. ¿Qué hizo?
Mi función fue ofrecer asesoramiento sobre las prácticas idóneas en materia de gestión de desastres y, en particular, sobre la gestión de restos humanos en situaciones de emergencia. Estas operaciones tienden a ser más bien caóticas y estresantes para las personas a cargo, que tienen responsabilidades importantes y que afrontan una enorme presión política y pública para identificar a todas las víctimas lo antes posible. Trabajé con otros tres colegas del CICR de la oficina de Nairobi para proporcionar a la dirección de la morgue observaciones sobre el terreno relacionadas con la mejora de las operaciones, para garantizar un tratamiento digno de los cadáveres y el respeto al sufrimiento de las familias.
¿En qué circunstancias gestiona cadáveres el CICR?
Morris: En África, el CICR ha ayudado directamente a recuperar y gestionar de manera adecuada y digna los restos de personas que murieron en varios conflictos armados, incluidos los de Sudán del Sur, Libia y la República Centroafricana. El derecho internacional humanitario requiere que las partes beligerantes protejan la dignidad de los muertos, eviten su expolio y profanación y hagan todo lo posible por llegar hasta los cadáveres, recogerlos, documentar su situación y, en la medida de lo posible, identificarlos.
También ayudamos fuera de las zonas de conflicto. En el terremoto de 2010 en Haití, las autoridades llamaron al CICR porque la situación las superaba. Ese mismo año hubo un gran terremoto en Chile, que tiene un sistema más sólido, pero de todas formas nos llamaron para ayudar a gestionar los restos de las casi 200 víctimas de ese suceso.
¿Por qué es importante el ámbito de la medicina forense?
Morris: A efectos humanitarios, tiene una función clave en todos los temas relacionados con la búsqueda, la recuperación, la gestión con dignidad y, en lo posible, la identificación de los muertos en conflictos armados y catástrofes. La importancia de los muertos para sus familias, para sus comunidades, está más allá de toda discusión, pero también está contemplada en los cuatro Convenios de Ginebra.
Stephen, por su parte, ¿qué lo motiva en el ámbito de la medicina forense?
Cuando trabajas con una familia que ha perdido a alguien y lleva años tratando de hallar respuestas, y con tu participación encuentras esa solución que busca, sea cual sea la actividad que lleve a la identificación positiva de los restos, deseas seguir haciéndola. Es una sensación tan increíble, hay tanta gratitud por parte de la familia, que te da una verdadera sensación de satisfacción. Hace que desees ya pasar al caso siguiente.