Personas migrantes reciben los mensajes de autocuidado en una estación de autobuses de El Salvador.
Personas migrantes reciben los mensajes de autocuidado en una estación de autobuses de El Salvador.
Los mensajes de autocuidado para personas migrantes tratan reducir su vulnerabilidad a lo largo de la ruta migratoria. En la imagen una voluntaria de la Cruz Roja Salvadoreña los comparte.
Los mensajes de autocuidado para personas migrantes se elaboraron para prevenir accidentes, enfermedades, y la pérdida del contacto entre familiares. En la imagen, personal del CICR los comparte con personas migrantes en México.
Personas migrantes tratan de subir a un tren en el estado mexicano de Puebla.
Un grupo de familiares migrantes tuvo que detener su ruta ya que un compañero se lastimó al intentar subir a un tren en movimiento en el estado de Puebla, centro de México.
A los quince días de que Julio César migró su madre perdió contacto con él y desde entonces no ha dejado de buscarle. Espera poder encontrarle. Ya han pasado catorce años y su familia le sigue esperando.
Las personas migrantes enfrentan durante su camino diversos peligros que, en ocasiones, les llevan a perder el contacto con sus familiares. En ocasiones pueden llegar a perder la vida.
Un grupo de personas migrantes deportadas es atendido por voluntarios de la Cruz Roja Hondureña.
La región de las Américas cuenta con más de 63 millones de personas migrantes, sean de la región misma o procedentes de otros continentes, lo cual representa casi el 30% de la migración internacional a nivel mundial.
Un voluntario de la Cruz Roja se prepara para atender las necesidades humanitarias de migrantes hondureños que acaban de ser deportados.
Cada persona migrante es una historia de vida distinta y la esperanza de una familia. Cualquiera que sea la razón para emigrar - económica, familiar, social, política, por desastre o por seguridad - los riesgos y las necesidades humanitarias que pueden enfrentar en la ruta migratoria son múltiples y deben ser atendidos. En respuesta a un incremento de la indiferencia por parte de los gobiernos y la sociedad hacia la difícil situación de las poblaciones migrantes, hay que asegurarse que las causas de la migración sean entendidas, y que los derechos y necesidades de las personas migrantes sean reconocidos, respetados y atendidos.
Los Estados de origen, tránsito y destino tienen responsabilidades sobre la vida y la dignidad de quienes circulan por su territorio. Esta responsabilidad debe de asumirse incluso durante procesos de repatriación y de retorno, considerando las dificultades importantes de estas personas en sus países de origen y las razones que les llevaron a huir de su país. La ausencia de políticas adecuadas o la falta de implementación de las existentes para brindar la debida protección y asistencia a las personas migrantes y repatriadas, especialmente a las más vulnerables, pone en riesgo a millones de vidas en la región cada año.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha asumido el compromiso de trabajar con gobiernos, sociedad civil, poblaciones de acogida y comunidades migrantes para responder a las necesidades humanitarias más apremiantes de las personas migrantes, especialmente de los grupos vulnerables, de sus familias y de las comunidades que los acogen, y para que los Estados establezcan medidas alternativas a la detención de las personas migrantes, considerando esta debe ser una medida excepcional y de último recurso.