El capital reunido —26 millones de francos suizos— se utilizará para construir y administrar tres nuevos centros de rehabilitación física en África (Nigeria, Malí y República Democrática del Congo) en el transcurso de cinco años, en beneficio de miles de personas. El programa de pago por resultados también contempla la formación necesaria para personal nuevo, así como los ensayos y la implementación de nuevas iniciativas de eficiencia.
Este innovador mecanismo de financiación fue concebido para fomentar la inversión social por parte del sector privado en apoyo de los programas de salud del CICR. El número cada vez mayor de conflictos, así como el incremento del presupuesto anual del CICR son los factores que impulsan esta iniciativa.
A nivel mundial, de las 90 personas con discapacidad física que necesitan implementos para facilitar su movilidad, solamente un 10%, en promedio, tienen acceso a servicios de rehabilitación adecuados, con lo cual la mayoría queda relegada a la exclusión social y económica.
El CICR es el principal prestador a nivel mundial de servicios de rehabilitación física en países frágiles y en desarrollo. En 2016, su Programa de Rehabilitación Física dirigió 139 proyectos en 34 países, en favor de aproximadamente 330.000 personas que recibieron fisioterapia e implementos para facilitar la movilidad, como sillas de ruedas, prótesis y aparatos ortopédicos.
Declaraciones del presidente del CICR, Peter Maurer
"Los desafíos humanitarios que se presentan hoy en día son enormes y provocan sufrimiento a millones de hombres, mujeres y niños en todo el mundo. Este instrumento de financiación es radical e innovador, pero, al mismo tiempo, es una instancia lógica para el CICR. Representa una oportunidad para modernizar el modelo actual de acción humanitaria, así como también para poner a prueba un nuevo modelo económico concebido a fin de asistir mejor a las personas necesitadas."
"Esperamos que, una vez concretado el proyecto piloto, quede demostrado que los modelos de financiación no tradicionales pueden funcionar. Existe un enorme potencial en las inversiones que apuntan a mejorar las condiciones sociales, ambientales y económicas para lograr avances en el impacto, la eficacia y el alcance de la acción humanitaria de maneras nunca antes vistas."
El bono de impacto humanitario se conoce oficialmente como el Programa de Inversión para el Impacto Humanitario. No se trata de un bono propiamente dicho, sino de una colocación privada de títulos. Los pagos iniciales efectuados por los "inversores sociales"–New Re, parte del grupo Munich Re, y otros identificados por el banco Lombard Odier, copatrocinador de la iniciativa– permiten al CICR emprender las actividades pertinentes en cada centro de rehabilitación y así expandir su Programa de Rehabilitación Física.
Al finalizar el quinto año, los "financiadores por resultados" –los gobiernos de Bélgica, Suiza, Italia, Reino Unido y la fundación "la Caixa"– pagarán al CICR en función de los resultados alcanzados. Estos fondos se utilizarán para devolver a los inversores sociales el capital aportado, ya sea parcial o totalmente o bien con un retorno adicional, según cómo se desempeñe el CICR en cuanto a la eficiencia de los nuevos centros.
Se designarán supervisores independientes para verificar el rendimiento informado por el CICR en los tres nuevos centros. Se comparará la eficiencia –es decir, la proporción de personas que recibieron implementos para facilitar la movilidad por cada profesional de rehabilitación– respecto de la de los centros actuales. Si la proporción supera el valor de referencia, se devolverá al inversor social su inversión inicial más un retorno anual. Por el contrario, si el rendimiento de los nuevos centros se encuentra por debajo del valor de referencia, el inversor perderá un monto determinado de la inversión inicial.
Para más información:
Christoph Hanger, CICR, Ginebra, tel.: +41 79 574 06 36