Declaración de Peter Maurer, presidente del CICR
Estoy profundamente consternado y entristecido por los centenares de vidas perdidas en el Mediterráneo, en circunstancias trágicas. La muerte de esos hombres, mujeres y niños nos recuerda de la manera más cruel el impacto que causa la intensificación de los conflictos en Libia, Siria y otros países de Medio Oriente y África, que impulsan a las personas a tomar decisiones desesperadas para tratar de satisfacer sus necesidades más básicas y vivir en condiciones seguras. Algunas huyen de la violencia que azota a sus países; otras simplemente quedan atrapadas en ella mientras tratan de escapar de la pobreza que las oprime.
Esas muertes son resultado de la incapacidad fundamental de responder a las necesidades de protección y seguridad de los ciudadanos y deben inducir a los países europeos, en ocasión de la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE que tiene lugar hoy en Luxemburgo, a adoptar las medidas humanitarias necesarias. Deben velar por que las medidas de búsqueda y rescate que Europa implemente para reemplazar la operación Mare Nostrum de Italia sean suficientemente amplias y sólidas. Todas las partes interesadas (los Estados, la sociedad civil, las organizaciones humanitarias, las ONG, etc.) deben entrar en acción para evitar que estas tragedias se repitan. Deben esforzarse por garantizar que las responsabilidades se compartan y no que simplemente se dejen en manos de Italia y de otros países que se hallan en la línea de frente. Y deben desempeñar su papel en la búsqueda de soluciones políticas a los conflictos que obligan a decenas de millones de personas a huir de sus hogares.
El CICR se encuentra sobre el terreno en todos los puntos álgidos de conflicto, como Siria, Libia, Irak y Somalia, esforzándose por ayudar a los civiles atrapados en los enfrentamientos y dialogando con todas las partes a fin de intentar persuadirlas de que respeten el derecho de la guerra. Asimismo, colaboramos con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en las regiones, a fin de ayudar a las personas que se vieron obligadas a huir de su hogar a reencontrarse con familiares de las que quedaron separadas; visitamos a numerosos migrantes y refugiados que fueron encarcelados o detenidos en el camino, y proporcionamos socorros y asistencia médica a algunos de los que están en camino. Sin embargo, estas acciones son insuficientes para hacer frente a lo que se ha transformado en uno de los problemas humanitarios más graves de nuestro tiempo. Los actores clave que deben asumir sus responsabilidades son los Estados, en este caso los europeos. Comprendemos que los Estados miembros de la UE tienen otras preocupaciones, pero en este momento deben dar prioridad a las preocupaciones humanitarias. Estamos dispuestos a hacer todo lo lo que esté en nuestro poder para apoyarlos. Pero, ante todo, ellos deben reconocer este imperativo humanitario y actuar en consecuencia.
Para más información:
Francis Markus, funcionario de Relaciones Públicas, CICR, Ginebra
Tel.: +41 22 730 23 28 ó +41 79 217 32 04