La pobreza crónica, la falta de educación y la amenaza de la violencia armada son apenas algunos de los peligros que debe afrontar a diario la comunidad del barrio Prison Waterfront, en Port Harcourt.
A esos problemas se suma el acceso limitado o nulo a servicios públicos como sistemas cloacales y el suministro de agua potable. Los cursos de agua de la zona, que podrían dar una solución a la falta de servicios públicos, están contaminados por basura, desechos orgánicos humanos y petróleo vertido de tuberías perforadas ilegalmente.
Desde afuera, la vida en Prison Waterfront se ve sumamente difícil. Pero hay momentos de felicidad, amor, risas y amistad que no siempre se ven. Es por eso que pedimos a habitantes de la comunidad que compartieran sus historias con nosotros. Entregamos doce cámaras fotográficas desechables a un grupo de jóvenes con la esperanza de poder echar un vistazo a su cotidianidad.