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Nigeria: el reencuentro de una familia después de más de diez años

En 2012, muchas personas de Banki, un pueblo en el nordeste de Nigeria, se vieron forzadas a dejar sus hogares debido al conflicto armado. Bashir* era una de ellas.

"Mi esposa y yo estamos más felices hoy que el día en que nació".

Eso dijo el padre de Bashir cuando él y su esposa se reencontraron con su hijo, que había desaparecido más de una década antes en el contexto del conflicto armado que afecta desde hace años el nordeste de Nigeria.

"Para nosotros fue devastador perderlo y pasar tantos años sin tener noticias de su paradero", acotó.

Después de un ataque al pueblo de Banki, Bashir buscó refugio en Camerún, país vecino de Nigeria, junto con otros niños y adultos. Se encontraba en Banki bajo cuidado de su tío para asistir a una escuela religiosa. Su tío murió durante el ataque.

Un tiempo después, regresó finalmente a Nigeria y encontró hogar temporalmente en el área gubernamental de Bama, en el nordeste del país.

En septiembre de 2022, finalmente, su caso fue registrado por un equipo de voluntarios de la Cruz Roja de Nigeria que trabaja en Bama para ayudar a restablecer el contacto entre familiares separados por el conflicto armado o el desplazamiento.

Después de casi cinco meses de búsqueda, se estableció contacto con la familia, y comenzaron los planes para ayudar a Bashir a viajar desde Bama para reunirse con sus familiares en Maiduguri, en el estado de Borno, al nordeste de Nigeria.

Un miércoles soleado de febrero, la familia finalmente se reencontró.

 


Bashir llega a Maiduguri para reencontrarse con su familia.

 

Babagana Ali era el voluntario de la Cruz Roja de Nigeria que registró inicialmente el caso de Bashir en Bama y trabajó estrechamente con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para localizar a la familia del niño.

"Como parte del equipo que trabajó para lograr este reencuentro, estoy tan feliz por esto", dijo Babagana.

"Cada paso en el proceso fue muy alentador. El niño fue paciente y nos dio mucha información".

Para los equipos del CICR y de la Cruz Roja de Nigeria que trabajaron para localizar a la familia de Bashir y lograr el reencuentro, el caso se resolvió relativamente rápido gracias a que Bashir recordaba detalles clave que facilitaron la búsqueda.

 

Bashir recordaba información sobre sus padres y sobre dónde vivían antes de que él partiera a estudiar a la escuela religiosa en Banki, a ciento treinta y tres kilómetros de su hogar.

Tatjana Halpaap, miembro del equipo del CICR en Maiduguri, ayudó a coordinar el regreso de Bashir a su hogar.

"Para nosotros, esto es muy motivador. Tenemos más de 25.000 casos de personas desaparecidas en Nigeria; hay tanto por hacer", dijo.

"Esto requiere de mucho trabajo en equipo. Tenemos suerte cuando los niños recuerdan de dónde vienen, a sus padres y a su familia".

Tatjana recuerda que Bashir logró dibujar un mapa donde señalaba cuál era la casa de su familia. El niño también recordaba otros datos útiles, como el nombre de un amigo de la infancia que vivía en la zona.

Babagana Ali, voluntario de la Cruz Roja de Nigeria, registró inicialmente la solicitud de búsqueda de Bashir.

La abuela de Bashir también presenció el reencuentro del niño con sus padres, luego de más de diez años de espera.

En sus propias palabras: "El reencuentro fue más dulce que la miel".

*Se han modificado los nombres.

ICRC

Miembros del equipo del CICR observan el reencuentro de Bashir con sus seres queridos en Maiduguri, Nigeria. CICR