El aumento de la violencia persiste hoy en día como una de las principales causas del desplazamiento forzado en Yemen.
Las crisis intensas y repentinas, que las personas desplazadas afrontan a diario, son consecuencia de ataques dirigidos contra personas civiles –a veces de naturaleza indiscriminada– pero siempre en violación del derecho internacional humanitario.
Las personas desplazadas vulnerables de Yemen enfrentan una grave inseguridad, sumada a una necesidad abrumadora de asistencia. Cerca de dos millones de personas se encuentran internamente desplazadas en Yemen; la mayoría de ellas viven con familias de acogida o en viviendas alquiladas; otras, en asentamientos improvisados. Esta situación aumenta la presión sobre las familias de acogida, quienes también sufren una serie de vulnerabilidades.
Durante el primer semestre de 2018, el CICR prestó asistencia humanitaria vital a cerca de 500.000 yemeníes y ayudó a que más de dos millones de personas tuvieran acceso al agua potable y a un mejor saneamiento.