Ruanda: Eliane encuentra a su familia tras veinticuatro años de separación
Eliane Ibemaso no se olvidará del 29 de mayo de 2018 por mucho tiempo: ese fue el día en que se reencontró con su familia después de veinticuatro largos años. Lamentablemente, no pudo reencontrarse con sus padres, quienes murieron unos años antes.
"Aunque me comunicaron que mis padres murieron, estoy satisfecha de saber qué fue de sus vidas. Desde que supe que tenía una hermana menor y de que tanto mi abuela como mis tíos y tías por parte de madre seguían con vida, dejé de estar preocupada", afirmó Eliane mientras abrazaba a su abuela materna, quien actualmente vive en el distrito de Gasabo, en la ciudad de Kigali.
"Esto, sin dudas, es un milagro de Dios: es increíble", manifestó su abuela, Therese Mukasekuru, que no pudo contener las lágrimas cuando abrazaba a Eliane.
Eliane, que ahora está casada y tiene dos hijos, quedó separada de su familia como consecuencia de los trágicos hechos que tuvieron lugar durante el genocidio de 1994, cuando ella tenía tan solo tres años de edad. Huyó a la República Democrática del Congo junto con su abuela paterna, que murió de manera repentina unos años después, motivo por el cual la niña quedó sola luchando por sobrevivir en ese país.
En 2007, decidió regresar a Ruanda, aunque no tenía idea de cuáles eran sus orígenes y tuvo dificultades para integrase en la comunidad ruandesa, donde no conocía a nadie. A pesar de haber hecho sus mayores esfuerzos por encontrar a sus familiares, la búsqueda no dio resultados. Desilusionada, decidió regresar al Congo.
En 2011, cuando se mudó a Ruanda, continuó sus esfuerzos para averiguar qué les había ocurrido a sus padres y hermanos. Se vio desalentada por la falta de información pertinente. "A veces, perdía la esperanza, pero seguía pensando en mis padres día y noche", expresó Eliane.
En mayo de 2017, le informaron que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) podía ayudarla a ubicar a su familia. De inmediato, se dirigió a la oficina del CICR en Kigali, Ruanda, y presentó una solicitud.
Se emitió un anuncio por la radio y, dos meses más tarde, el CICR recibió a Bonaventure Kagina, quien afirmaba ser tío de Eliane. Al día siguiente, el CICR los puso en contacto, y todos sus familiares instantáneamente la reconocieron y afirmaron que era muy parecida a su madre.
Cuando llegaron a la casa, su tío Kagina corrió hasta una habitación y regresó con un retrato de la madre de Eliane. "No se dan una idea de la profunda tristeza que sentía por no recordar el rostro de mi madre. Aunque murió, me sigo alegrando cada vez que veo su rostro", dijo Eliane con la mirada fija en la fotografía de su madre.
Eliane había vivido en la ciudad de Nyanza, en el sur de Ruanda, durante siete años sin saber que su familia paterna vivía en Kigali, a unos 110 kilómetros de distancia. La entristeció saber que su madre había muerto en 2013, cuando ella ―Eliane― ya estaba de regreso en Ruanda.
Sin embargo, sintió mucha alegría cuando supo que tenía una hermana menor que estaba estudiando en Malasia.
El CICR, con la colaboración de la Cruz Roja de Ruanda, continúa ayudando a restablecer el contacto entre familiares separados. Al mes de mayo de 2018, seguíamos buscando a los parientes de más de treinta niños no acompañados y a más de ochenta adultos separados por el conflicto. Además, colaboramos con refugiados burundeses y congoleños en Ruanda, que desean permanecer en contacto con sus familiares en el extranjero o encontrarlos, en los casos en que perdieron contacto. Como parte de esa ayuda, ofrecemos servicios de llamadas telefónicas y carga de batería de celulares para que puedan estar en contacto con sus seres queridos.