Comunicado de prensa

Sudán: se complica la situación humanitaria por las decenas de miles de personas que huyen a países afectados por conflictos armados y violencia

Ginebra (CICR) – Unas 100.000 personas que huyen de la violencia creciente en Sudán ya buscan refugio seguro en países vecinos como República Centroafricana, Sudán del Sur, Egipto, Etiopía y Chad. Entre ellas, hay refugiados que vivían en Sudán y quedaron atrapados en medio de la violencia.

Cansadas del viaje, estas personas a veces esperan días enteros para poder cruzar la frontera. Los alimentos y el agua escasean; llevan consigo pocos artículos personales, y tienen acceso limitado a protección y asistencia. Los países vecinos afectados por esta emergencia ya están recibiendo grandes poblaciones de refugiados y desplazados internos.

Algunos equipos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están intensificando las acciones de protección y asistencia en los cruces fronterizos para satisfacer las necesidades, que van en aumento, acciones que se suman a la prestación de asistencia vital y de servicios de llamadas telefónicas en Sudán facilitados por la Sociedad de la Media Luna Roja Sudanesa.

"La situación humanitaria en la región es complicada. Puede ser difícil para las comunidades en países vecinos recibir a personas que buscan refugio, cuando esas propias comunidades se hallan en una situación vulnerable de por sí. Por lo tanto, es aún más esencial que la asistencia humanitaria llegue a quienes hoy huyen de Sudán", señaló Patrick Youssef, director regional del CICR para África.

En República Centroafricana, país que ha atravesado largos períodos de conflicto armado, violencia y escasez de alimentos, algunos equipos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y voluntarios de la Cruz Roja Centroafricana están facilitando el acceso al agua potable mediante la instalación de depósitos de almacenamiento de agua e inodoros, y distribuyen bidones y cloro para desinfectar el agua. También entregan medicamentos en Am Dafock a personas que cruzan la frontera, así como a residentes. El CICR, junto con la Cruz Roja Centroafricana, ofrece llamadas telefónicas para que las personas desplazadas puedan comunicarse con sus familiares y apoya las tareas de asistencia a niños no acompañados.

En Sudán del Sur, muchas personas que huyen de la violencia, entre ellas, refugiados de Sudán que son obligados a regresar a su país, cruzan la frontera, a riesgo de quedar varadas por falta de transporte. El CICR y la Cruz Roja de Sudán del Sur han movilizado un equipo de respuesta rápida para evaluar las necesidades y prestar asistencia humanitaria a personas que regresan y ciudadanos sudaneses desplazados que ingresan en un país con un largo historial de conflicto armado y violencia.

En Egipto, la Media Luna Roja Egipcia, la única organización humanitaria presente en la frontera, estableció un centro de socorros y servicios de emergencia en el cruce fronterizo entre Arqin y Sudán. Quienes huyen hacia Egipto reciben apoyo psicológico, medicamentos y alimentos. El CICR apoya la Media Luna Roja Egipcia en la prestación de servicios telefónicos y de internet para la comunicación entre seres queridos.

Un equipo de la Cruz Roja Etíope facilitó agua potable, alimentos y refugio básico a quienes cruzaban la frontera en Metema. Además, junto con el CICR, ofrece llamadas telefónicas para que todas las personas desplazadas puedan mantener el contacto con sus familiares.

Las personas civiles que huyen de la violencia y los conflictos armados deben ser protegidas y tratadas con respeto, dignidad y humanidad en todo su trayecto. Quienes intentan huir y acceder a la asistencia deben poder hacerlo de manera segura. Se han de tomar todas las medidas posibles para que todas las personas civiles desplazadas en Sudán y más allá de sus fronteras tengan acceso a protección y condiciones adecuadas de vivienda, higiene, salud, seguridad y nutrición, y que los integrantes de una misma familia no sean separados.

Quienes huyen de la violencia y los conflictos armados deben tener la posibilidad de solicitar protección internacional. Los niños que huyen de las hostilidades son particularmente vulnerables y tienen derecho a un respeto y una protección especiales en función de sus derechos como niños. Su interés superior ha de ser una consideración primordial en todas las medidas concernientes a ellos.

Los Estados deben hacer cumplir el principio de no devolución en todas las circunstancias. Este principio, que forma parte del derecho internacional consuetudinario, prohíbe la transferencia de una persona de un Estado a otro cuando existen motivos sustanciales para creer que esa persona estaría en peligro de ser objeto de violaciones de determinados derechos fundamentales. Implica, por ejemplo, que quienes huyen del conflicto en Sudán y buscan refugio en países vecinos no deben ser devueltos a Sudán o, en el caso de ciudadanos de otros países, a su país de origen sin una evaluación individual de los riesgos a su retorno. Esa evaluación deberá basarse, entre otras cosas, en consideraciones relativas a las vulnerabilidades específicas de determinados grupos, como mujeres y niñas, menores no acompañados y separados o disidentes políticos.

Contactos para los medios de comunicación:

Alyona Synenko, CICR Nairobi,
+254 716 897 265,
asynenko@icrc.org