Tabib: la protección de la asistencia de salud llega a la pantalla grande
Tabib, que significa "doctor" en árabe, es un cortometraje ambientado en Siria por el director italiano Carlo D'Ursi. Basada en hechos reales, la película imagina los momentos finales de la vida de un médico antes de la destrucción de su hospital en un ataque aéreo. El médico en cuestión, el doctor Muhammad Waseem Maaz, fue el último pediatra que trabajaba en Alepo, y su muerte -el 27 de abril de 2016- fue noticia en las redes sociales y en la prensa internacional. La película, patrocinada por la Cruz Roja Española y por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), ya recibió varios premios en festivales de cine nacionales e internacionales. Le preguntamos al director cómo fue la realización de Tabib y por qué respalda el mensaje de que los trabajadores de la salud #NoSonUnObjetivo.
Recuerdo que hacía un calor increíble ese día. Estaba en casa de mi madre, recostado en el sofá viendo televisión, medio dormido. En el aire flotaba el olor a café italiano. De repente, una explosión en las noticias llamó mi atención; vi el pánico y el horror reflejados en los rostros de las personas. Contemplando las imágenes con incredulidad, me sentí abrumado por la ira, la tristeza y la indignación. El último pediatra de Alepo, el Dr. Maaz, había muerto en el hospital Al Quds, como consecuencia de un ataque aéreo.
Descendiente de varias generaciones de médicos, sentí firmemente que debía hacer algo. Hay tres generaciones de médicos en mi familia y luego estoy yo: un artista, un actor. Podría decirse que soy la oveja negra de la familia. La medicina nunca me interesó, pero siempre admiré a mis padres y familiares por su dedicación y sacrificio. Cuando mi abuelo murió, con solo 45 años de edad, ya había ayudado a traer al mundo mil bebés en familias pobres del sur de Italia, durante la posguerra. Aunque nunca lo conocí, siento mucho orgullo y respeto por él y, a menudo, visito su estatua en la plaza principal de la ciudad natal de mi madre. Lo admiraban tanto que algunas personas querían hacer una petición al Vaticano para que lo proclamaran santo.
Me vino la idea de hacer Tabib momentos después de ver las noticias sobre el Dr. Maaz. Quería honrar la memoria de este hombre y, sobre todo, rendir homenaje a todos los trabajadores de la salud -hombres y mujeres valientes- que se dedican a salvar vidas. Los que trabajan en zonas de conflicto merecen un reconocimiento especial: mientras que otros huyen buscando seguridad, estos médicos, enfermeros y conductores de ambulancias arriesgan la vida para quedarse y atender a los enfermos y heridos. Realmente creo que los trabajadores de la salud deben ser respetados y protegidos en estas situaciones. Por eso me horroricé al saber lo que había sucedido en Alepo.
Más tarde llamé a Ana Puentes, una buena amiga y guionista con quien había trabajado anteriormente. Hablamos de mi idea para un guion. El libreto estuvo listo en unas semanas. Presentamos la propuesta del proyecto al Ministerio de Cultura de España, donde fue muy bien recibida. Tanto el ministerio como la autoridad local de la Comunidad de Madrid nos dieron fondos para hacer la película. Más tarde supe que España ya estaba muy comprometida con los esfuerzos diplomáticos para proteger a los trabajadores de la salud en las zonas de conflicto: había respaldado la resolución 2286 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para detener los ataques contra hospitales y trabajadores de la salud. Mientras trabajábamos en la película, descubrimos con horror que los incidentes como el bombardeo del hospital Al Quds eran, en realidad, más comunes de lo que se pensaba.
Quería honrar la memoria de este hombre y, sobre todo, rendir homenaje a todos los trabajadores de la salud -hombres y mujeres valientes- que se dedican a salvar vidas.
El proyecto pronto cobró vida propia. Nos asociamos con la Cruz Roja Española y con el CICR: unirse a su iniciativa de "Asistencia de salud en peligro" parecía lo más natural. Francisco Javier Sanabria Valderrama, director general de Naciones Unidas y Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, me presentó al presidente del CICR, Peter Maurer.
En Talib se destaca la relación paciente-médico como un ejemplo de la humanidad y la bondad que se pueden encontrar, incluso, en los momentos más desoladores. En definitiva, la película es un mensaje de esperanza. Imaginé que el Dr. Maaz se tomaba el tiempo de consolar a su paciente asustado, además de tratarlo, mientras continuaba el ataque aéreo. Lo imaginé ofreciéndole consuelo y haciendo sonreír al niño. Los seres humanos son capaces de actos extraordinarios. Salvar una vida, a veces, a costa de la propia, es quizás el acto más extraordinario de todos.
por Carlo d'Ursi
"Asistencia de salud en peligro" es una iniciativa del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para hacer que el acceso a la asistencia de salud y su prestación sean más seguros en conflictos armados y en otras emergencias. Esta iniciativa pide que se respete y proteja a los trabajadores de la salud, así como las instalaciones y los vehículos sanitarios, y la implementación de una serie de recomendaciones y medidas prácticas para salvaguardar los servicios de asistencia de salud y su misión humanitaria. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de varios socios, individuos y organizaciones, miembros de la comunidad de interés de "Asistencia de salud en peligro".
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