Trabajar en el mar: la lucha cotidiana de los pescadores de Gaza

Los pescadores de Gaza parten en busca de su pesca diaria.

Una vez en el mar, los pescadores tratan de encontrar un lugar adecuado donde detener sus embarcaciones. Como la zona de pesca es limitada, les resulta difícil encontrar un lugar que les asegure buenos resultados.

Cada jornada de pesca comienza con unas tres horas de espera después de lanzar las redes en el mar. Para atraer los peces, utilizan luces fuertes. El verdadero trabajo comienza después de haber capturado los peces.

Una pequeña embarcación se acerca a un barco de mayor tamaño con una iluminación fuerte para atraer un banco de peces más grande.

Después de recoger las redes, los hombres clasifican los diferentes tipos de pescados y los conservan refrigerados en la embarcación.

Fahmi Bakr, de 20 años de edad, estudia derecho en la Universidad Al-Azhar de Gaza. Es recién casado y trabaja como pescador para proseguir sus estudios y mantener a su familia al mismo tiempo. “Ganarse la vida es muy difícil hoy en día, especialmente con los limitados recursos disponibles”, explica. “Trabajo toda la noche y arriesgo mi vida, pero lamentablemente, no alcanzo a satisfacer las necesidades básicas con la poca cantidad de pescado que conseguimos. A veces, trabajo toda la noche en vano porque no pesco nada.”

Luego de utilizar las redes, los pescadores emplean cañas. Recurren a esta alternativa cuando no obtienen una pesca que cubra los gastos del viaje, en particular el combustible y el jornal de los trabajadores.

Después de recoger las redes, los pescadores palestinos las limpian y, si es necesario, las reparan antes de volver a utilizarlas.

Al cabo de una noche 14 horas, la embarcación se encamina al puerto. Su escasa pesca ni siquiera cubre el combustible y los jornales de todos los que trabajan a bordo.