Los tres primeros días consistieron en cursos teóricos impartidos por Jess Markt, asesor del CICR en materia de deportes para personas con discapacidad e inclusión. Los clasificadores son técnicos específicos del baloncesto en silla de ruedas que asignan a cada jugador una clasificación de 1,0 a 4,5, que se relaciona con el tipo de discapacidad del jugador y la consiguiente función muscular.