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Yemen: la guerra en los tiempos del cólera

Con casi 19 millones de personas que dependen de la asistencia para sobrevivir, Yemen sufre la mayor crisis humanitaria del mundo.

Y ahora se suma un brote de cólera.

El 5 de mayo, el Ministerio de Salud y Población de Saná declaró el estado de emergencia. Menos de tres meses después, más de 313.000 personas están presuntamente infectadas de cólera, mientras que 1.700 murieron a raíz de esta enfermedad.

Con el sistema sanitario nacional diezmado luego de dos años de guerra, los trabajadores de la salud apenas dan abasto. En la actualidad, solo funciona el 45% de los hospitales, al tiempo que los medicamentos y los insumos médicos escasean cada vez más.

"Esta enfermedad no debería avanzar de manera tan intensa. En teoría, es bastante fácil prevenir el cólera: hay que lavarse bien las manos, beber agua potable y consumir alimentos que hayan sido hervidos o cocinados.

Pero en Yemen, el agua potable es un lujo. Hace meses que los trabajadores municipales de Saná no reciben su salario. Por lo tanto, no hay electricidad, la basura se acumula en las calles y el sistema de suministro de agua está paralizado".

Así calificó la situación Johannes Bruwer, jefe adjunto de la delegación del CICR en Yemen, en un artículo publicado en el sitio web de la BBC (Niños muriendo en los pasillos del hospital y pacientes atendidos en sus coches: el horror de la crisis del cólera "sin precedentes" en Yemen).

En respuesta a esta epidemia sin precedentes, hemos enviado desde siete países insumos médicos esenciales, como fluidos intravenosos, sales de rehidratación oral, antibióticos y pastillas de cloro. El personal de salud y los ingenieros del CICR prestan servicios a diecisiete centros de atención de casos de cólera en todo el país.

Hoy atendemos casi uno de cada cinco casos de cólera en Yemen, lo que nos convierte en el principal prestador de atención de casos y control de infecciones del país. Pero no es suficiente: debemos seguir trabajando.

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