Los países donde se libran conflictos armados son especialmente vulnerables a los crecientes riesgos climáticos y ambientales, dado que la capacidad de adaptación de las personas, los sistemas y las instituciones que ya padecen las consecuencias de los conflictos tiende a ser limitada.
A partir de estudios de caso realizados en la Franja de Gaza, el norte de Mozambique y el este de Níger, sumados a la experiencia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la bibliografía científica sobre el tema, el presente informe de políticas analiza vías para fomentar la resiliencia de quienes viven en lugares afectados por conflictos armados y otras situaciones de violencia, frente los crecientes riesgos climáticos y la degradación del medio ambiente.