Este documento hace un balance de la acción del CICR en respuesta a los efectos de la guerra y la violencia en las ciudades, y recomienda ámbitos en los que pueden concentrarse los actores humanitarios en su intento por mejorar sus propias respuestas. Se apoyó en un acervo de casi una década de publicaciones sobre diferentes aspectos de la respuesta del CICR en entornos urbanos –especialmente en Oriente Medio– y en una revisión de la bibliografía sobre el tema y en aproximadamente 60 entrevistas a personal del CICR que se dedica a la respuesta en ciudades de seis países diferentes. El documento también se basa en iniciativas de buenas prácticas urbanas de otros componentes del Movimiento y del sector humanitario en general.