Fomentar el respeto al derecho

01-05-2011 Introducción

El cometido del CICR es proteger la vida y la dignidad de las víctimas de la guerra y de otras situaciones de violencia, así como prestarles asistencia. Una de las formas de cumplir ese cometido es asegurarse de que se respeten los derechos de las personas afectadas. Para ello, el CICR recuerda a las autoridades y a otras partes las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.

Ayudar a los gobiernos a cumplir con sus obligaciones jurídicas

Los Convenios de Ginebra de 1949, que brindan protección a las víctimas de la guerra, han sido ratificados universalmente. Los Estados tienen la obligación de respetar y hacer respetar estos Convenios y de asegurarse de que sus disposiciones sean conocidas y respetadas. El CICR contribuye al  desarrollo de este derecho y vela por su aplicación. Ofrece sus conocimientos y su experiencia práctica en los conflictos para ayudar a los Gobiernos a asumir sus responsabilidades  mediante la aprobación de leyes nacionales, a impartir una mejor instrucción a los soldados y los agentes de policía, así como a dar a conocer este derecho en las universidades y entre los jóvenes.

El Servicio de Asesoramiento del CICR ayuda a los Gobiernos a cumplir su obligación de promover e implementar el DIH convencional y consuetudinario a través de medidas legislativas y administrativas.
Trabaja en estrecha colaboración con las comisiones nacionales de derecho internacional humanitario en los países que se han dotado de ese tipo de instancias.

El Servicio de Asesoramiento proporciona asesoramiento especializado jurídico y técnico sobre implementación, en torno a temas que van desde la sanción de violaciones graves de los Convenios de Ginebra hasta la protección del uso de los emblemas de la cruz roja, de la media luna roja y del cristal rojo.

El CICR también organiza, a menudo en colaboración con las autoridades o con alguna Sociedad Nacional, seminarios nacionales, regionales o internacionales sobre la implementación del DIH. El Servicio realiza trabajos de investigación, prepara modelos de leyes y alimenta una base de datos y un centro de documentación en Ginebra.

Interacción con portadores de armas

Las fuerzas armadas y de seguridad, los grupos armados y las empresas militares privadas tienen  influencia directa en la suerte que corren las personas afectadas por los conflictos armados y otras situaciones de violencia, especialmente los heridos y los enfermos, y las personas privadas de libertad.

En tiempo de conflicto armado, esos organismos son los primeros que deben hacer respetar el derecho internacional humanitario. Las fuerzas de mantenimiento del orden público (principalmente las fuerzas de policía, pero en algunas situaciones, también las fuerzas militares) deben acatar, asimismo, las normas internacionales de derechos humanos y los principios aplicables al mantenimiento del orden público.

Los delegados del CICR están permanentemente en contacto con las unidades militares y de policía, a todos los niveles, a fin de obtener acceso a zonas donde las personas afectadas necesitan ayuda y a las personas privadas de libertad. A pesar de que los Gobiernos tienen la obligación de velar por que esas fuerzas reciban una instrucción adecuada en derecho internacional humanitario y en derecho internacional de los derechos humanos, la experiencia sobre el terreno muestra que éstas no siempre reciben esa instrucción.

El CICR emplea a ex oficiales militares y de policía como delegados especializados, para trabajar con las fuerzas armadas y con la policía. La finalidad es que las normas pertinentes del DIH y del derecho internacional de los derechos humanos sean incorporadas en el entrenamiento y los procedimientos operacionales. El CICR también explica a esas fuerzas las actividades que despliega en su país, a fin de mejorar la cooperación en el terreno.

Si es posible, el CICR adopta enfoques similares con otros portadores de armas, especialmente grupos armados que se oponen a las autoridades. En lugares como Afganistán, Colombia y Sudán, el CICR promueve el respeto de los heridos y  los enfermos, los no combatientes y los prisioneros.El CICR exhorta también al personal  de empresas militares y de seguridad privadas a que respeten el derecho, ya que algunos Gobiernos les asignan cada vez más responsabilidades que incumben normalmente a las fuerzas armadas y de seguridad.

Educación y comunidad

Los programas de educación del CICR tienen el propósito de difundir el DIH entre los jóvenes, así sea en un marco formal o informal. Los jóvenes, que serán los líderes, los formadores de opinión, los soldados y los agentes de policía del mañana, figuran entre las personas que suelen resultar directamente afectadas por las atrocidades de la guerra.  Mediante estos programas educativos, se procura inculcar en ellos el respeto debido a la dignidad humana y familiarizarlos con el derecho internacional humanitario y la acción humanitaria.

El principal medio para desplegar estos esfuerzos es el programa “Exploremos el Derecho Humanitario”. En el marco de este programa, que se utiliza hoy en unos 70 países, se examinan cuestiones de orden ético y humanitario que se presentan en tiempo de conflicto armado, basándose, de ser posible, en la experiencia de los jóvenes mismos.

Las universidades son asociados esenciales en las actividades destinadas a fomentar el respeto del derecho. Alentándolas a dictar cursos de derecho internacional humanitario y dando apoyo a los profesores que enseñan esta materia, el CICR llega a los líderes del mañana. En cooperación con las universidades, el CICR organiza eventos y concursos para estudiantes, a menudo en colaboración con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que consisten, por ejemplo, en juegos de roles, simulación de juicios y redacción de ensayos.

Fotos

 

© CICR / T. Gassmann / ch-e-00152