Colombia: La asistencia de salud, otra víctima de los conflictos armados

Los actos violentos contra quienes brindan asistencia de salud fueron otra de las consecuencias humanitarias que se intensificaron el año pasado. La Mesa Nacional de Misión Médica registró 201 infracciones (eventos relacionados con los conflictos armados), entre ellos hechos particularmente graves, como el homicidio de 5 personas.
Además, se reportaron otros eventos como amenazas, restricción o prohibición a las comunidades para el acceso a los servicios de salud, la prestación forzada de atención en condiciones inadecuadas, el hurto de medicamentos y equipos, y la obstaculización en la atención de heridos y enfermos, entre otros. Cabe contemplar también otros casos que pueden no haber sido registrados debido, entre otras razones, al temor a sufrir represalias por parte de quienes están perpetrando la violencia.
Estos hechos se presentaron en 19 departamentos del país, de los cuales Cauca, Antioquia, Arauca, Bolívar y Chocó fueron los más afectados, debido a que concentraron el 71 % de los casos. La violencia impactó no solo la seguridad e integridad del personal sanitario, incluidos los sanadores y las sanadoras tradicionales, sino también su salud mental. En 2024, brindamos acompañamiento psicológico y psicosocial a 451 trabajadores de la salud que presentaban distintas afectaciones, como altos niveles de ansiedad, estrés y sufrimiento, dificultad en su desempeño laboral y problemas para cuidar a los demás.

Los trabajadores sanitarios en los territorios más afectados por los conflictos armados enfrentan una triple afectación: son víctimas directas de la violencia, desempeñan su labor en entornos altamente peligrosos y están expuestos constantemente a la narrativa de sufrimiento de sus
pacientes. Además, expresan desconfianza en el sistema de apoyo local y nacional, un miedo constante a ser victimizados, desesperanza respecto a su labor y baja autoestima debido a la estigmatización, lo que con frecuencia los lleva a renunciar a sus cargos.
Todos estos elementos conllevaron graves repercusiones en las comunidades, pues en algunas ocasiones impidieron el acceso de miles de personas a los servicios de salud, a veces con consecuencias tan graves como la muerte.