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La creciente angustia de estar a la espera de novedades

Женщина читает письмо от родственника

Esperar nunca es fácil, pero esperar noticias de un ser querido es especialmente triste. Esa es la realidad cotidiana de miles de familias cuyos seres queridos han sido capturados durante el conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania.

“Cuando llegó la primera carta de la Cruz Roja, yo simplemente... la releí, la miré una y otra vez. Me la sé de memoria. Es imposible describir la felicidad que sentí por saber de mi hijo”, afirma Anna, cuyo hijo fue capturado en febrero de 2023.

Anna puede enviarle cartas y recibir respuestas sus respuestas gracias a los delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que visitan a los prisioneros de guerra. Durante estas visitas, los prisioneros pueden entregar a los delegados mensajes escritos u orales para los familiares que están en su país. Los mensajes se transfieren a la delegación del CICR que se encuentra al otro lado de la línea del frente y se entregan a sus familiares. A su vez, los familiares escriben respuestas, que el CICR entrega a los prisioneros de guerra.

Esta es una de las razones por las que es tan importante que el CICR pueda visitar periódicamente a los prisioneros de guerra. Les permite mantenerse en contacto con sus seres queridos, lo cual es crucial tanto para los propios prisioneros de guerra como para sus familiares: les ayuda a seguir adelante y sobrevivir a tiempos difíciles. También es un derecho establecido en los Convenios de Ginebra.

“Cuanto más tiempo pasa, más difícil es. ... Y cada vez que llega una carta, la sensación es de que finalmente llega aire fresco, nuevo, limpio. Al ver esas palabras que han sido realmente escritas por él, palabras que solo él puede pronunciar, me da cierta esperanza”, señala Valeria, cuyo esposo está detenido.

Desde febrero de 2022, el personal del CICR ha visitado a más de 7.200 prisioneros de guerra a ambos lados de la línea del frente, sobre todo en Ucrania, y ha transmitido aproximadamente 22.800 mensajes escritos y orales entre prisioneros y sus familiares. Cada uno de estos mensajes es único, pero todos encarnan el deseo humano fundamental de mantenerse en contacto a pesar de la distancia: saber cómo está un ser querido y compartir tus sentimientos y noticias con esa persona.

Tras la captura del hijo de Lina, ella y su familia pasaron por momentos difíciles al no tener novedades. Estaba consumida por la incertidumbre, y no había forma de poner freno a los pensamientos que la llenaban de ansiedad.

“Después de un tiempo, recibí una llamada. Sinceramente, al principio pensé que era spam, ya que la persona no hablaba muy bien ruso. Me dijo: 'Soy de la Cruz Roja', y ahí me di cuenta de que era real. ¡Estaba vivo! Saltaba y lloraba de felicidad”, relata Lina al recordar el primer mensaje de su hijo que recibió de un delegado del CICR.

Un miembro del personal del CICR que trabaja en la Unidad de Protección de Vínculos Familiares en Moscú explica: “Los familiares siempre esperan con ilusión recibir novedades de sus seres queridos. Siempre se alegran cuando les traemos noticias. Por supuesto, cuando es su primera llamada, la primera vez que saben de ellos, suelen llorar. Puede ser difícil para ellos darse cuenta enseguida de que en realidad está sucediendo”. 

Todavía hay más de 174.000 personas de ambos lados del conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania sobre las cuales los familiares han informado al CICR que están dadas por desaparecidas. Algunos familiares recibirán buenas noticias; otros, noticias tristes. En algunos casos, lamentablemente, es posible que la respuesta no llegue nunca.

Todas estas familias tienen derecho a saber lo que ha ocurrido a sus seres queridos. Si usted tiene un ser querido que ha sido capturado o está desaparecido, comuníquese con nosotros.