El equipo del CICR pudo establecer que las dos personas se encontraban en buenas condiciones de salud e informó que estas fueron trasladadas para ser reunificadas con sus familias.
"Participamos como intermediario neutral con el único propósito de que estas personas recuperen la libertad y se reencuentren con sus seres queridos. Esto fue posible por la confianza que depositaron las partes involucradas en la labor humanitaria que desarrollamos", manifestó Andreane Valeriote, jefa de la subdelegación del CICR en Bucaramanga.
"Es fundamental que tengamos acceso a las zonas más impactadas por los conflictos armados para brindar ayuda de forma imparcial, neutral e independiente a quienes sufren las consecuencias. Continuaremos apoyando a las comunidades afectadas y manteniendo un diálogo bilateral y confidencial con todos los actores armados para recordarles la importancia de respetar el derecho internacional humanitario, que protege a los civiles y a aquellos que han dejado de participar en las hostilidades”, agregó Valeriote.
Independientemente de si existe cese de las hostilidades o no, de si hay mesas de diálogo o no, todos los actores armados continúan con la obligación de respetar el derecho internacional humanitario, lo que incluye preservar y proteger la vida y la dignidad de las personas que no participan en las hostilidades, como es el caso de personas en poder de un actor armado.
El CICR agradece el respeto a la labor humanitaria de la organización e insta a todas las partes a seguir garantizando su acceso a las zonas más afectadas por los conflictos armados y la violencia.
En lo corrido del año, el CICR ha facilitado la liberación de 16 personas que se encontraban en poder de grupos armados.