“Nuestro personal de salud que acompañó la misión examinó a las personas que nos entregaron y tras confirmar que se encontraban en óptimas condiciones de salud, las trasladamos a otra zona para facilitar el reencuentro con sus familias. La separación familiar es una consecuencia humanitaria de los conflictos armados y la violencia que tiene efectos sobre las personas privadas de libertad, pero también sobre sus seres queridos. Por eso para nosotros es fundamental en las liberaciones hacer todos los esfuerzos posibles para ayudar a reestablecer el contacto familiar”, mencionó Mariana Sandoval de Oliveira, delegada del CICR encargada de esta operación humanitaria.
“El derecho internacional humanitario protege a las personas que no participan o que han dejado de participar en las hostilidades, esto incluye a las personas que se encuentran en poder de grupos armados no estatales. En esta operación actuamos como intermediario neutral para asegurar que la vida y la integridad de las personas liberadas fueran respetadas”, añadió Sandoval.
En 2024 el CICR ha facilitado la liberación de 30 personas que se encontraban en poder de grupos armados. El CICR recuerda a todas las partes de los conflictos armados u otros actores su disposición de facilitar operaciones humanitarias como intermediario neutral, que contribuyan a mitigar los efectos de los conflictos armados y la violencia.
Así mismo, insiste a las partes de los conflictos armados para que respeten y acaten el derecho internacional humanitario (DIH), pues cuando no se respetan estas normas aumenta el sufrimiento humano.
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