“Estamos presenciando una alarmante serie de ataques contra infraestructura civil que es esencial para la supervivencia de la población”, afirmó Dorsa Nazemi-Salman, jefa de Actividades Operacionales del CICR en Sudán. “Llamamos con urgencia a todas las partes a respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los compromisos asumidos en Yeda, y a proteger estas instalaciones vitales”.
Los ataques contra la infraestructura civil esencial han provocado graves interrupciones en el acceso de millones de sudaneses a agua potable y electricidad. Esas alteraciones a los servicios esenciales repercuten de manera considerable en la atención de salud, dado que el suministro de electricidad y agua es fundamental para el correcto funcionamiento de los hospitales. Además, la falta de acceso al agua potable es nociva para la salud pública, ya que incrementa en gran medida el riesgo de brotes de cólera y otras crisis sanitarias.
Las partes deben tomar medidas inmediatas para proteger la infraestructura esencial de carácter civil, como los hospitales y las instalaciones eléctricas y de agua. Es la obligación que les imponen el derecho internacional humanitario y el compromiso asumido por medio de la Declaración de Yeda en mayo de 2023. A menos que esas medidas se adopten prontamente, la población civil afectada por el conflicto armado puede perder el acceso a servicios esenciales.
El derecho internacional humanitario establece que toda infraestructura esencial, como una planta eléctrica o una instalación de agua, constituye un bien de carácter civil y debe preservarse de ataques directos y de los efectos de las hostilidades. Las partes en el conflicto deberán hacer todo lo posible para evitar causar daños en la infraestructura esencial o ponerla en riesgo durante los enfrentamientos.
El CICR mantiene su compromiso de acompañar a la población de Sudán en estos momentos críticos. Desde el inicio del conflicto armado, en abril de 2023, el CICR y la Sociedad de la Media Luna Roja Sudanesa trabajan para prestar asistencia y protección a millones de personas vulnerables en todo Sudán.