No había comenzado la distribución de asistencia humanitaria, y ningún residente se vio afectado por la explosión.
“Condeno de la manera más enfática los ataques contra el personal de la Cruz Roja. Es inconcebible que un bombardeo alcance un sitio de distribución de asistencia. Desde el dolor más profundo, lloramos la pérdida de nuestros colegas mientras atendemos a los heridos. Esta tragedia desata una ola de pesar que quienes han perdido a un ser querido en un conflicto armado conocen muy bien”, expresó Mirjana Spoljaric, presidenta del CICR.
El equipo del CICR estaba preparándose para entregar madera y briquetas de carbón a hogares vulnerables en la aldea de Viroliubivka, para anticiparse al invierno que se viene, cuando los vehículos que utilizaban recibieron el impacto del bombardeo.
Los equipos del CICR mantienen una presencia regular en la región de Donetsk, y nuestros vehículos exhiben claramente el emblema de la Cruz Roja. El fallecimiento de tres colegas del CICR se produce en medio de un aumento pronunciado, en los últimos dos años, de las muertes entre el personal humanitario por todo el mundo.
El CICR insta con urgencia a que se respete el derecho internacional humanitario mediante la adopción, entre otras medidas, de todas las precauciones posibles para que quienes participan en actividades humanitarias no sean atacados ni queden atrapados en medio de las hostilidades.