Jordania: ayuda para restablecer el contacto entre familiares sirios
La guerra y las difíciles condiciones de vida en Siria han desplazado a miles de familias a Jordania, donde 12.000 refugiados se han asentado en el campamento de Azraq, 100 km al este de Amán. Desde mediados de septiembre, a través de su servicio de búsqueda, el CICR ha ayudado a más de 2.500 personas a restablecer el contacto con sus familiares en Siria o en otros lugares.
Numerosos refugiados sirios en el campamento de Azraq carecen de los medios para mantenerse en contacto con sus familiares en Siria o en el extranjero. Por intermedio de su oficina de búsqueda de personas, el CICR brinda a los refugiados la oportunidad de contactar a sus familiares por teléfono o por mensajes de Cruz Roja manuscritos. Asimismo, el CICR registra los datos y hace un seguimiento de las personas vulnerables, como menores no acompañados, a fin de informar a sus allegados dónde se encuentran. Siempre que sea posible, el CICR ayuda a las personas más vulnerables para que se reúnan con sus familiares, tanto dentro como fuera del campamento.
Los problemas de salud no impiden a Um Khader acudir regularmente a la oficina de búsqueda de personas del CICR en el campamento de Azraq para telefonear a su hija en Homs. Um Khader dejó Siria a mediados de julio con su esposo y dos hijos, mientras que sus otros hijos permanecen en Siria y Líbano. Ahora se pregunta si alguna vez volverá a ver al resto de sus familiares. Con los ojos llenos de lágrimas, Um Khader dijo: "Cada vez que oigo la voz de mi hija, siento que el corazón me va a salir del pecho".
Abu-Abdo se regocija cuando escucha la voz de su padre en la zona rural de Damasco. Huyó a Siria con su esposa e hijos a principios de julio. Ahora, con la ayuda del CICR, puede mantenerse en contacto con su padre. Toma descansos de sus tareas de construcción en el campamento y visita la oficina de búsqueda de personas del CICR para hacer llamadas de tres minutos de duración.
Después de mudarse de Siria al campamento al Azraq con su marido y Baylasan, su hija de dos años de edad, Um Mohammad dijo que el CICR había reavivado sus esperanzas de mantenerse en contacto con sus familiares en Quneitra. "Refugio, alimentos y agua son esenciales para que sobrevivamos aquí, pero también necesitamos información sobre nuestros seres queridos en casa", dijo al terminar una llamada telefónica con su hermana.