¿Cuál es el destino de su dinero?

Las actividades del CICR se financian exclusivamente con contribuciones voluntarias. Para nosotros, todo aporte es significativo, y estamos muy agradecidos por cada uno de ellos. Su generosidad no solo nos ayudará a aliviar el sufrimiento de las víctimas de conflictos armados en todo el mundo, sino que también es un gran incentivo tanto para el personal del CICR en Ginebra como para nuestros delegados en el terreno.

ICRC_A consignment of vital intensive care equipment and supplies was delivered to Gaza’s hospitals by the ICRC_Photo: Mahmoud Mashharawi

Nuestra promesa

En el CICR, creemos que la acción colectiva tiene el poder de generar un cambio positivo en la vida de quienes padecen los horrores de la guerra. Al hacer un donativo al CICR, usted contribuye directamente a brindar asistencia, protección y apoyo vital a personas y comunidades afectadas por conflictos armados.

Nuestra responsabilidad hacia las personas a las que ayudamos

Desde el primer día, las personas afectadas por conflictos armados han sido el centro de nuestra labor humanitaria. Además de proteger y preservar sus derechos, procuramos que nuestras actividades las ayuden a fortalecer su resiliencia para afrontar situaciones de vulnerabilidad y crisis, y lleven a los mejores resultados posibles.

Evaluar nuestro impacto

Al diseñar e implementar programas, evaluamos situaciones, identificamos necesidades, diseñamos respuestas acordes y hacemos un seguimiento de su desarrollo, siempre enfocándonos en las poblaciones afectadas.

El financiamiento y los gastos del CICR

El CICR se financia con contribuciones voluntarias. Recibimos fondos de los Estados Partes en los Convenios de Ginebra (Gobiernos), de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, de organizaciones supranacionales (como la Unión Europea) y de fuentes públicas y privadas.

Los Gobiernos son nuestros principales donantes: en promedio, durante los últimos cinco años, aportaron cerca del 82 % de nuestro presupuesto. Sin embargo, esas contribuciones son voluntarias, por lo cual no hay garantías de que se mantengan en el largo plazo.

Nuestro trabajo en el terreno

93,5%
de los donativos se destinan directamente a la labor del CICR en el terreno.

Su aporte puede ayudarnos a brindar atención médica esencial, facilitar el acceso a agua potable y saneamiento, reunir familiares separados y llevar asistencia humanitaria vital a quienes más la necesitan. Cada contribución nos acerca un poco más a sanar heridas, devolver la dignidad y reconstruir vidas destrozadas.

An ICRC field officer and a Bangladesh Red Crescent Society member are assisting a refugee from Myanmar with physical disabilities.

Preguntas frecuentes

  • El CICR se financia con contribuciones voluntarias. Recibimos aportes de los Estados Partes en los Convenios de Ginebra (Gobiernos), de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, de organizaciones supranacionales (como la Unión Europea), y de fuentes públicas y privadas. Los Gobiernos son nuestros principales donantes: en promedio, desde 2018, han aportado cerca del 82 % de nuestro presupuesto. Sin embargo, esas contribuciones son voluntarias, por lo cual no hay garantías de que se mantengan en el largo plazo.

  • En 2023, el CICR hizo un llamamiento para recaudar 2.800 millones de francos suizos. A lo largo del año, ese monto se modificó mediante ampliaciones presupuestarias para dar respuesta a necesidades no previstas que requieren mayor acción humanitaria.

    Las necesidades crecen año a año: en 2023, nuestro presupuesto operativo aumentó un 19 % para poder seguir brindando asistencia a quienes viven en las zonas en conflicto más complejas del mundo. Necesitamos más fondos para ayudar al creciente número de hombres, mujeres, niñas y niños en todo el mundo atrapados en el fuego cruzado de un conflicto armado.

  • El presupuesto del CICR se calcula a partir de tres factores: las necesidades humanitarias de las comunidades afectadas, nuestra capacidad de dar asistencia y protección a esas comunidades, y una evaluación realista de las iniciativas que podemos emprender.

    En conjunto, estos tres factores suelen dar lugar a presupuestos y planes operacionales de gran precisión: en los últimos diez años, la tasa de implementación del presupuesto proyectado ha rondado, en promedio, el 90 %.