Haití: el CICR participa en la lucha contra el cólera

18-11-2010 Entrevista

Desde que se desató la epidemia de cólera en Haití, se han registrado más de 12.000 casos y unas 1.000 muertes por esa enfermedad. Riccardo Conti, jefe de la delegación del CICR en Haití, explica cómo el CICR participa en la respuesta de urgencia de la comunidad internacional.

     
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Cité Soleil, Puerto Príncipe. 
               
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Uno de los 44 puntos de agua rehabilitados por el CICR en Cité Soleil. Las personas que se sirven de esas fuentes reciben tabletas para purificar el agua en cada recipiente que cargan. 
               
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Cárcel civil de Puerto Príncipe, donde viven más de 2.000 detenidos. Debido al hacinamiento, la cárcel es un lugar de riesgo cuando se produce una epidemia de cólera. 
               
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Una delegada del CICR distribuye artículos de higiene para los detenidos en la cárcel central de Puerto Príncipe. 
           
     
 
   
 
         

  ¿Cuál es la situación, tres semanas después del comienzo de la epidemia de cólera?  

La enfermedad continúa propagándose, y la situación sigue siendo muy preocupante.

Los campamentos de desplazados por ahora no son los más afectados, ya que numerosos actores humanitarios tienen allí infraestructura médica, sistemas de abastecimiento de agua potable y de recolección de residuos.

En cambio, es mucho más difícil controlar la crisis en los barrios populares de la capital haitiana donde las condiciones de vida son particularmente precarias. Ya se han registrado numerosos casos procedentes de esos barrios, como por ejemplo en Cité Soleil, una de las zonas más pobres de Puerto Príncipe. 

Las cárceles también son lugares particularmente expuestos: los detenidos viven en un entorno cerrado y, con frecuencia, hacinados. Le enfermedad puede ingresar allí a través de los alimentos o de las visitas, y se propaga muy rápidamente a causa del hacinamiento. 

     

  ¿La epidemia de cólera ya se ha propagado en las cárceles haitianas?  

Al comienzo de la epidemia, en la cárcel de Mirebalais se registraron unos cincuenta casos y cinco muertes. Las medidas de prevención aplicadas por el CICR y las autoridades afortunadamente han permitido contener la propagación de la enfermedad en esa cárcel. En cambio, la situación ahora es muy preocupante en la cárcel nacional de Puerto Príncipe, la más grande del país, donde están internadas unas 2.000 personas. En los últimos tres días, se señalaron unos treinta casos nuevos, y fallecieron siete detenidos. 

Continuamos apoyando a la administración penitenciaria en la gestión de esta crisis. En este mismo momento, un equipo del CICR, integrado por delegados especializados en visitas a cárceles, médicos e ingenieros, está prestando ayuda en la cárcel nacional. Se han entablado contactos al más alto nivel a fin de cooperar con el Estado y dar todos los medios necesarios a la Dirección de Administración Penitenciaria para luchar contra la epidemia.

     

  Más precisamente, ¿qué hace el CICR para luchar contra el cólera en los lugares de detención?  

     

El CICR trabaja desde hace años para mejorar las condiciones de de tención en Haití; estamos muy preocupados por las consecuencias de esta epidemia.

Una de nuestras primeras acciones, al comienzo de la crisis, fue instalar una clínica móvil, en colaboración con las autoridades. En el marco de esa actividad, los médicos haitianos se desplazan de una cárcel a otra para supervisar los dispensarios y contribuir al respeto diario de las directivas sobre higiene. 

Desde hace tres semanas, en los once lugares de detención en riesgo, nuestros equipos contribuyen a aplicar medidas de prevención como limpieza y desinfección de las celdas y los retretes, distribución de artículos de higiene y purificación del agua potable. También prestamos apoyo a los dispensarios de las cárceles, a los que entregamos medicamentos y material, además de asesorarlos. 

Por último, es muy importante señalar que, como la propagación del cólera está muy vinculada a los hábitos de higiene, nuestros equipos sensibilizan a los detenidos, enseñándoles prácticas simples pero esenciales, como por ejemplo lavarse las manos con regularidad. 

     

  ¿Qué hace el CICR para luchar contra la epidemia en los barrios pobres, como Cité Soleil?  

Un de los factores de riesgo para la transmisión de la enfermedad es el agua. En Cité Soleil, hemos prestado apoyo a la empresa pública encargada de la distribución de agua para que pueda aumentar el índice de cloro en el sistema. Además, toda persona que toma agua en cada una de las 44 fuentes rehabilitadas en estos últimos años por el CICR recibe tabletas para depurar el agua en cada recipiente que carga.

En ese barrio desfavorecido, así como en el de Martissant, hemos puesto a disposición de los socorristas de la Cruz Roja de Haití medios de transporte para facilitar las evacuaciones médicas, material de protección y botiquines de primeros auxilios, y apoyamos sus actividades de sensibilización de la población sobre hábitos de higiene.

     

  ¿De qué modo participa el CICR en la coordinación entre las diferentes organizaciones que luchan contra el cólera?  

En primer lugar, el CICR participa en la respuesta de urgencia del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, del que forma parte. Antes de emprender una acción, nos ponemos en contacto con la Federación Internacional y con todas las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja presentes en Haití. Los esfuerzos y los recursos deben repartirse en función de las competencias respectivas. Por ejemplo, una de las actividades específicas del CICR es el trabajo en los lugares de detención.

Luego, nos esforzamos por no duplicar las actividades de otros actores humanitarios presentes en el país y por actuar de manera complementaria. Por ejemplo, en Cité Soleil, el hospital de Médicos Sin Fronteras atiende a los enfermos, mientras que el CICR apoya las evacuaciones médicas hacia esa estructura.

Los esfuerzos del CICR no son más que los eslabones de una cadena. Numerosas organizaciones humanitarias intentan responder a las enormes necesidades generadas por el terremoto que se produjo el 12 de enero pasado, los huracanes y, ahora, el cólera. Todos disponemos de recursos limitados, y es fundamental que trabajemos de manera complementaria, tanto con las demás organizaciones humanitarias, como con los organismos estatales.

Vea también:

 
   
Video de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sobre el cólera en Haití