República Democrática del Congo: mejorar el acceso a la atención médica en Kivu Norte

25-11-2009 Entrevista

El 20 de noviembre de 2009, el CICR traspasó la conducción del centro de salud de Vuhoyo recientemente reconstruido a las autoridades sanitarias de Kayna. La delegada de salud Marcelle Baltzinger señala las dificultades y las carencias de las instalaciones de salud en Kivu Norte. Describe los esfuerzos del CICR por mejorar la atención médica en esa parte del país devastado por el conflicto armado y donde las condiciones de seguridad son muy precarias.

  ¿Cuáles son los principales problemas que enfrentan los trabajadores de salud en Kivu Norte?  

     
 
   
Marcelle Baltzinger, delegada de salud el CICR en la RDC. 
         

El conflicto armado ha debilitado mucho las instalaciones de salud de Kivu Norte, que ya eran bastante vulnerables. De todos modos, siguen funcionando en condiciones de seguridad sumamente precarias. Las necesidades son enormes y exceden el apoyo y la ayuda que brindan el CICR y otras organizaciones humanitarias.

 

En general, las instalaciones carecen del equipamiento adecuado, de insumos básicos y de medicamentos. Es prácticamente imposible atender casos de urgencia en los hospitales, ya que la infraestructura necesaria no existe o ha sido dañada.

 

En algunas aldeas, ya no se realizan vacunaciones ni funcion an las clínicas de atención prenatal, lo que significa que los niños y las mujeres embarazadas no tienen acceso a esos servicios.

 

Otro problema es que, como la situación económica es tan difícil, los pacientes no suelen tener los medios para pagar la atención médica. Por ello, la tasa de recuperación de costos es sólo del 30%, y las instalaciones tienen como fuente principal de financiación los pagos de los pacientes.

 

Muchos de los problemas son causados por el mal estado de las instalaciones y el equipamiento médico. Es necesario adoptar un enfoque de largo plazo. Además, es imperioso solucionar los problemas económicos de la población, para mejorar su nutrición y, de ese modo, reducir su vulnerabilidad a las enfermedades.

 

  ¿Cuáles son las consecuencias de la falta de acceso de la población civil a la atención médica, dadas las precarias condiciones de seguridad?  

 

Muchas personas que tuvieron que desplazarse a causa del conflicto ahora están regresando a sus hogares. Pero los servicios de salud siguen siendo inaccesibles para muchas de ellas. En los entornos propensos a la violencia, la circulación se restringe y el acceso a la atención médica queda obstaculizado. Ello puede llegar a ser fatal cuando las evacuaciones médicas se ven demoradas o incluso impedidas.

 

Las precarias condiciones de seguridad agravan la desnutrición, ya que las cosechas suelen ser saqueadas, y el acceso a los campos se ve restringido. Esto tiene un impacto directo en la salud de la población y en los niños en particular.

 

Los profesionales de la salud también sienten los efectos de un entorno propenso a la violencia, ya que las partes en conflicto no siempre respetan su función. Los centros médicos son atacados o saqueados, y el personal a veces se ve obligado a trabajar en condiciones sumamente difíciles.

 

  El centro de Vuhoyo, en el territorio de Lubero, fue totalmente reconstruido por el CICR. ¿Puede explicarnos el proyecto?  

     

El CICR trabajó con el centro de Vuhoyo por varios años y le presta apoyo ad hoc desde 2005. Fue construido en 2001 por los miembros de la comunidad de Vuhoyo, por iniciativa de los dirigentes locales.

 

La aldea se encuentra en una provincia que no está directamente afectada por el conflicto. En noviembre de 2008, sin embargo, el centro de salud tuvo que atender una gran cantidad de nuevos pacientes. Las instalaciones del centro son oscuras, húmedas, el techo está en malas condiciones, los recursos son muy limitados, de modo que prácticamente era imposible responder a la gran demanda que recibía.

 

El proyecto de reconstrucción del CICR ha permitido mejorar el acceso a este centro de salud que atiende a unas 8.000 personas que viven en la zona. Los residentes de Vuhoyo y las miles de personas desplazadas por la inestabilidad crónica ahora se benefician de este centro renovado, que cuenta con el equipamiento, los insumos y los medicamentos necesarios.

 

  ¿Qué más está haciendo el CICR para mejorar el acceso a la atención médica?  

     

Desde noviembre de 2008, el CICR ha estado ofreciendo apoyo en forma regular a otras cuatro instalaciones médicas en el sur de Lubero: los hospitales de referencia en Kitsombiro y Bwatsinge, el centro de salud de Kaseghe y el hospital Matanda en Butembo. Este hospital es el hospital de referencia del sur de Lubero para heridos de guerra, sobre todo heridos de bala.

 

El CICR entrega a esos centros medicamentos, equipamiento y productos de aseo, que les permiten aumentar su capacidad de tratamiento. En Beni, por ejemplo, el CICR ha instalado una unidad de fisioterapia y construido una lavandería y una unidad de esterilización.

 
Además, el CICR les presta un importante apoyo financiero, que les ayuda a cubrir los gastos de funcionamiento, y les reembolsa los gastos de tratamiento de las personas desplazadas.

 

Para los centros médicos de alta calidad es muy importante contar con personal capacitado y motivado. El CICR colabora para que el personal reciba bonos salariales, a fin de alentarlo a seguir trabajando allí, y les ayuda a capacitarse en forma permanente. Por ejemplo, el CICR organizó en octubre de 2009 una serie de seminarios sobre tratamiento de heridas de guerra en Kivu Norte y Sur. Además, envió un equipo del CICR para que trabajara con el personal en el hospital de referencia general de Beni en abril y mayo de 2009.