República Democrática del Congo: El CICR prosigue sus actividades de emergencia tras la tregua en Kisangani

Casi un mes después de que una tregua pusiera punto final a los últimos combates librados en la ciudad de Kisangani entre fuerzas ugandesas y ruandesas, el CICR sigue prestando asistencia de emergencia para unas 1.700 personas, en su mayoría civiles, heridas en los enfrentamientos. La Institución ha distribuido medicamentos y víveres a los 50 hospitales y centros de salud que se ocupan de estos heridos, y un cirujano del CICR efectúa intervenciones quirúrgicas en el hospital general.

Mientras tanto, el CICR y la Cruz Roja local casi han finalizado una de las tareas más difíciles y urgentes, la recogida y el entierro de cientos de cadáveres en vías de descomposición. El CICR calcula que, en una semana de enfrentamientos, perecieron, como mínimo, 619 civiles y 141 soldados. Unos 250 voluntarios de la Cruz Roja y muchos miembros del personal del CICR participaron en las tareas de recogida de restos mortales, que constituían una seria amenaza para la salud pública.

En colaboración con la Sociedad Nacional, el CICR también se ha encargado de proteger a los civiles, en particular niños, contra el peligro que representan los miles de proyectiles, granadas y demás munición sin estallar esparcida por la ciudad. Los equipos de la Cruz Roja localizaron unos 2.500 emplazamientos peligrosos, que han sido demarcados, y cuya existencia se comunicó a las fuerzas militares locales. Asimismo, desinfectaron y limpiaron unos 75 edificios públicos, incluidas 11 escuelas.

Para ayudar a las personas cuyas viviendas quedaron total o parcialmente destruidas durante los combates, el CICR ha distribuido láminas de plástico, mantas y jabón a más de 1.100 familias en Kisangani. Asimismo, ha tomado medida especiales para acelerar el intercambio de mensajes de Cruz Roja entre los habitantes de esta ciudad y sus parientes residentes en otros puntos del país.

El CICR volvió a abrir su oficina de Kisangani en febrero de 1999.