Côte d'Ivoire: las mujeres se esfuerzan por rehacer su vida
05-03-2012 Galería de fotos
Son esposas, hijas, madres o abuelas. Las mujeres de Côte d'Ivoire continúan pagando el precio de un conflicto en el que no participaron. Tras la crisis que se desató después de las elecciones y que llegó a convertirse en un conflicto armado, innumerables habitantes de Côte d'Ivoire que buscaban refugio huyeron a otras partes del país o a Liberia y otros países de la región. Meses después, los que regresaron hallaron sus viviendas destruidas, sus pertenencias robadas y los pozos contaminados. Muchas personas siguen separadas de sus familiares. El CICR prioriza la ayuda a las personas que han retornado y procura mitigar los consecuencias del conflicto en la población civil.
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En febrero de 2011, la reanudación de los enfrentamientos obligó a Amélie a huir, junto con sus tres hijos. Terminó en Liberia, al igual que muchas otras personas de su aldea. Al ser adulta, podía pasar un día o dos sin comer, pero para sus hijos muchas veces ello fue insoportable. Tantas personas huyeron a Liberia que Amélie tuvo que dormir en campamentos improvisados. Su sobrina se enfermó y murió por falta de atención médica. Su hija murió tras dar a luz en condiciones precarias; el bebé murió poco después. No había trabajadores de la salud, y era difícil desplazarse. Cuando Amélie finalmente pudo regresar a su aldea, encontró los graneros saqueados, incluidos los que le pertenecían a ella y a sus padres. Con ayuda del CICR, Amélie ha podido comenzar a trabajar en sus cultivos de café y cacao, que se habían llenado de maleza durante los meses en que debió estar ausente.

Al oír los tiroteos a la distancia, Audette, viuda y madre de cuatro hijos pequeños, tuvo que huir, al igual que muchos otros habitantes de su aldea. Debió abandonar su casa y su cultivo de café, que era su única fuente de ingreso. Al regresar, la plantación estaba llena de maleza, y para ella era imposible trabajar la tierra, incluso con la ayuda de los cuatro hijos. El CICR contrató a trabajadores locales para que limpiaran la plantación de Audette, en el marco de un proyecto de “dinero por trabajo” destinado a limpiar los cultivos invadidos por la maleza y a inyectar efectivo en la economía local.