No todas las consecuencias de la violencia son visibles.
El debilitamiento del tejido comunitario, las afectaciones a la salud mental o la falta de acceso a servicios médicos y de educación son algunas de las consecuencias que enfrentan las comunidades afectadas por la violencia.
En El Salvador trabajamos de la mano con ellas y con la Cruz Roja Salvadoreña para hacer frente a los impactos de la violencia.