Camboya: los detenidos y el personal penitenciario colaboran para mejorar las cárceles
Durante los últimos 20 años, los ingenieros de la unidad Agua y Hábitat del CICR han trabajado en estrecho contacto con el servicio penitenciario de Camboya con el propósito de reducir los niveles de estrés de los detenidos, mejorar el saneamiento y, en general, proveer condiciones de vida más aceptables en las cárceles de todo el país. Este año, el servicio penitenciario llevó a cabo por primera vez un proyecto independiente.
Con apoyo financiero del CICR, un equipo de ingenieros camboyanos construyó dos cocinas y efectuó otras mejoras en las instalaciones de cocina de la cárcel provincial de Siem Reap. El proyecto se ejecutó en sólo 54 días y se mantuvo dentro del presupuesto gracias al arduo trabajo del personal penitenciario y de los 17 detenidos que ayudaron a los ingenieros.
"Gracias a las nuevas cocinas, resulta mucho más fácil cocinar. Pero, lo que es más importante, esas cocinas requieren menores cantidades de cáscara de arroz para funcionar", dijo Filipa Correia, ingeniera del CICR a cargo del programa Agua y Hábitat en Camboya. Además, han mejorado las relaciones entre los guardias y los detenidos.
En octubre, el CICR se reunió con el director de la cárcel provincial de Siem Reap y con el equipo de ingenieros que trabajó en el proyecto, a fin de evaluar los resultados. "Sin duda alguna, seguiremos apoyando al servicio penitenciario de Camboya para la ejecución de proyectos similares", dijo la señora Correia. "Lo que vimos en Siem Reap refleja el compromiso del servicio penitenciario de mejorar las condiciones de detención y su capacidad de realizar un trabajo de alta calidad".