El doctor Manuel Sáenz Terrazas, originario de Chihuahua, México, trabaja con el CICR como cirujano de trauma. Su labor humanitaria lo ha llevado a países como Sudán del Sur y Líbano, donde actualmente trabaja en el área de urgencias del Hospital Universitario Rafik, en Beirut.
Durante los dos meses que estuvo en Yuba, el doctor Sáenz participó en 183 cirugías, la mayoría relacionadas con heridos por arma de fuego. Los enfrentamientos derivados del conflicto armado han dejado cientos de personas enfermas, heridas o desplazadas en Sudán del Sur, y los servicios de salud se ven obligados a operar en medio de numerosas carencias.
"Es un país prácticamente sin infraestructura, donde la propia capital no tiene una red de electricidad ni de agua potable. Las condiciones de vida son limitadas. Hay poco personal de salud y el escaso que existe no es especializado. La gran mayoría de los heridos que son llevados para recibir atención sufrieron sus heridas hace dos, tres días, un mes. Me tocó ver un herido que tenía un año de haber sufrido una herida por arma de fuego", comenta.
La trayectoria del doctor Sáenz como especialista en cirugía de trauma comenzó en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde contar con una especialidad para atender a heridos por arma de fuego se convirtió en una urgente necesidad.
"Hace algunos años, hubo una situación de violencia muy importante en el estado de Chihuahua, que afortunadamente se ha ido resolviendo, pero que en su momento nos tomó por sorpresa. De tener uno o dos heridos de bala al año, de pronto teníamos varios heridos al día. Fuimos adquiriendo la experiencia sobre la marcha", recuerda el galeno.
Actualmente, la Universidad Autónoma de Chihuahua y el CICR tienen un convenio de colaboración académica para capacitar a futuros médicos en esta especialidad médica.
"La cirugía de trauma es a veces un poco olvidada, pero es una labor muy grande que hace el CICR. Muchos pacientes heridos de bala, si no son atendidos en un tiempo razonable van a fallecer o van a tener secuelas permanentes que los van a imposibilitar para trabajar. Se trata de pacientes con los que no da tiempo de ir a consultar el libro", explica.
La primera misión del doctor Sáenz fuera de México se dio en Honduras, en el Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa, que depende de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y que concentra prácticamente todos los casos de trauma en el país.
"Es el hospital que tiene más médicos en formación como especialistas en Honduras. Es un hospital que básicamente recibe emergencias, muchos de los pacientes ingresan con heridas producto de la violencia, heridos por arma de fuego, acuchillados y algunos golpeados".
Al terminar su misión en Honduras viajó a Sudán del Sur, donde trabajó en el Hospital Militar de Yuba, y actualmente colabora en el Hospital Universitario Rafik Hariri, donde realiza procedimientos de cirugía de urgencias para atender a la población que más lo necesita.
"Me encuentro participando activamente en el diseño inicial de un proyecto que habrá de generar beneficios directos sobre la atención médica a refugiados sirios, palestinos y libaneses de escasos recursos", explica el médico.
Para el doctor Sáenz, la mayor satisfacción que le ha dejado esta experiencia es darse cuenta que puede trabajar con personas de muchos países y tomar decisiones junto con ellos, con el fin de ayudar a personas que, por sus condiciones, quizá no recibirían ayuda de nadie más.