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Cooperación en México, América Central y Cuba

El Movimiento Internacional

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es la mayor red humanitaria del mundo con presencia en 189 países; compuesta por El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Las actividades del Movimiento Internacional tienen la finalidad esencial de prevenir y aliviar, sin discriminación, el sufrimiento del ser humano y de proteger su dignidad.

Cada uno de sus tres componentes tiene su identidad y su cometido, pero están unidos por los Principios Fundamentales que se comprometen a respetar y a hacer respetar, y sobre los cuales se fundamenta su acción: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad.

  • El CICR tiene la misión exclusivamente humanitaria de proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia, así como de prestarles asistencia.
  • Las Sociedades Nacionales actúan como auxiliares de los poderes públicos de sus propios países en el campo humanitario y ofrecen una serie de servicios, entre los que se incluyen el socorro en casos de desastre y los programas sanitarios y sociales.
  • La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es la Instancia del Movimiento que coordina y dirige la asistencia internacional en casos de desastre.

A nivel global, el CICR trabaja con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y con la Federación Internacional para dar una respuesta rápida, racional y concertada a las necesidades de las víctimas de conflictos armados, desastres u otras situaciones de violencia.

Los Emblemas del Movimiento

Desde el nacimiento del Movimiento, sus fundadores y los Estados reconocieron la necesidad de utilizar un emblema único y universal, fácilmente reconocible por todas las personas. El emblema debía servir para proteger no solo a los heridos en campaña sino también a quienes les prestaban auxilio. Fue así como se reconoció el uso de la cruz roja sobre fondo blanco como emblema en una Conferencia Internacional del Movimiento. Posteriormente fueron también aprobados los emblemas del cristal rojo y de la media luna roja.

Hoy en día, el emblema tiene dos usos: el primero es el uso a título protector – protección asignada por los Convenios de Ginebra a las personas (miembros de los servicios sanitarios de las fuerzas armadas, voluntarios de las Sociedades Nacionales, delegados del CICR, etc.), a unidades sanitarias (hospitales, puestos de socorro, etc.) y a medios de transportes sanitarios. El segundo uso es a título indicativo - que muestra que una persona o un bien tienen un nexo con el Movimiento.

La acción humanitaria del Movimiento en la región

En la región, el CICR colabora con la Cruz Roja de Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá, manteniendo una estrecha colaboración operacional en el marco de la mitigación de las consecuencias humanitarias de la violencia armada en la región, a través de actividades como: la asistencia a personas migrantes con mayores factores de vulnerabilidad, el restablecimiento de contactos familiares, la asistencia en salud primaria, agua, saneamiento y hábitat; la asistencia psicosocial y el fortalecimiento comunitario en comunidades afectadas por dicha violencia.

Asimismo, el CICR tiene una presencia permanente en Panamá desde 2010, donde trabaja estrechamente con la Federación Internacional de la Sociedades de Cruz Roja y de Media Luna Roja, al igual que con otras Sociedades Nacionales de la Cruz Roja presentes en el país (Sociedades Nacionales de Canadá, Estados Unidos, Italia, Noruega y Suiza), y que contribuyen a reforzar la acción humanitaria imparcial, neutral, independiente y apolítica, en temas de interés común en la región.

Personas migrantes y sus familias

Uno de los médicos que atiende en las clínicas móviles de la Cruz Roja Mexicana para migrantes, brindando servicios médicos básicos en puntos clave en la ciudad fronteriza de Tijuana. ©CICR/Jesús Cornejo

A nivel regional, el CICR junto con la Cruz Roja Hondureña, Guatemalteca, Mexicana, y Salvadoreña, responden a las necesidades básicas más apremiantes de las personas migrantes con mayores factores de vulnerabilidad.

Estas acciones incluyen la asistencia en salud y rehabilitación física a personas amputadas, lesionadas o gravemente enfermas; la asistencia básica en salud en módulos de atención a lo largo de la ruta migratoria, la distribución de agua potable y la entrega de elementos de aseo. Asimismo, el Movimiento les facilita el restablecimiento de contacto con sus familiares a lo largo de su trayecto.

Restablecimiento del contacto entre familiares

Voluntaria de la Cruz Roja Hondureña facilita una llamada gratuita en el Módulo de Atención a Personas Migrantes ubicado en la frontera de Corinto, Honduras. ©CICR/Arturo López

El restablecimiento de contactos familiares es una prioridad para El Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, ya que permite poner en contacto o reunir a familiares que han quedado separados, ya sea a causa de desastres, procesos migratorios, conflictos armados u otras situaciones de violencia.

Para ello, el Movimiento cuenta con una amplia red de personal y de voluntarios tanto en la región como en el mundo.

Salud primaria, agua, saneamiento y hábitat a comunidades rurales afectadas por la violencia

 

Comunidad en la Provincia de El Darién, Panamá. ©CICR/ Julio Torres

Comunidades de la provincia del Darién (Panamá), y especialmente aquellas que viven en zona limítrofe con Colombia, sufren consecuencias humanitarias derivadas del conflicto armado del vecino país; a ello, se suman factores de vulnerabilidad potenciados por un acceso todavía limitado a servicios básicos de salud y a agua potable, y condiciones precarias de higiene y hábitat.

En el Bajo Aguán (Honduras), la violencia generada por las disputas de tierras en la región, genera consecuencias humanitarias similares para la población.

Por ello, el CICR trabaja estrechamente con la Cruz Roja de Panamá y Honduras, así como con las autoridades de Salud de dichos países, desarrollando proyectos de asistencia para brindar acceso básico a la salud primaria, agua, saneamiento y hábitat.

Los programas incluyen campañas de promoción de higiene y educación en salud para fomentar hábitos que permitan mejorar la calidad de vida de las comunidades y reducir el riesgo de afectaciones en su salud.

Fortalecimiento comunitario en poblaciones afectadas por la violencia armada

Estudiante durante una sesión de formación con contenidos del programa AEH. Guerrero, México. ©CICR/Jesús Cornejo

En México, a través del proyecto Abriendo Espacios Humanitarios (AEH) en Ciudad Juárez (Estado de Chihuahua) y en las ciudades de Acapulco, Chilpancingo e Iguala (Estado de Guerrero), unos 47.800 estudiantes y profesores de preparatoria de 73 centros educativos reciben formación y participan en diversas actividades que contribuyen a mitigar las consecuencias humanitarias de la violencia, una iniciativa conjunta entre el CICR, la Cruz Roja Mexicana y las Secretarías de Educación de ambos estados.

 Jóvenes del grupo de batucada del programa Oportunidades para la Inclusión Social (OIS), El Salvador. ©CICR/Jesús Cornejo

En El Salvador a través del programa Oportunidades para la Inclusión Social (OIS) y en Honduras con el Programa Abriendo Oportunidades (PAO), se facilitan espacios de fortalecimiento comunitario y de participación e intercambio entre jóvenes y sus familias, se brinda formación técnica-vocacional a miembros de las comunidades para fomentar la capacidad de generar ingresos económicos, y se promueven actividades lúdicas y educativas para jóvenes; generando así, opciones de desarrollo personal y fortaleciendo las capacidades de participación comunitaria de alrededor de 26.000 habitantes, directa o indirectamente.

Estos proyectos se llevan a cabo conjuntamente por las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de la región, con el apoyo del CICR, y la Cruz Roja de Noruega, Suiza, Italia y España.

La asistencia psicosocial

Estudiantes de AEH participan en la elaboración de un mural en el marco de las actividades psicosociales del programa en Ciudad Juárez Ciudad Juárez, México. ©CICR/Arturo Ávila.

A través de su programa de salud mental y apoyo psicosocial, el CICR fortalece las capacidades de los servicios de asistencia en situaciones de emergencia.

Para ello, se forma a psicólogos, médicos y maestros en detección de afectaciones psicológicas, atención temprana, y remisión hacia especialistas. Para fortalecer las capacidades individuales y comunitarias, el CICR y la Cruz Roja Mexicana brindan asistencia psicosocial a maestros y alumnos de escuelas adscritas al programa Abriendo Espacios Humanitarios (AEH).

Así mismo, se desarrollan actividades de sensibilización y apoyo psicosocial puntual al personal de entidades responsables de la respuesta primaria en emergencias, incluyendo al personal de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja.

Fortalecimiento de capacidades

En toda la región, el CICR brinda capacitación y fortalecimiento institucional a las Sociedades Nacionales en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, responsable de la coordinación de ese tipo de apoyo.

Difusión de los principios fundamentales

En conjunto, el CICR, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, con el apoyo de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, trabajan a nivel mundial en la difusión del derecho internacional humanitario (DIH), la protección de los Emblemas y la promoción de los Principios Fundamentales.