El CICR se esfuerza por evitar una grave escasez de agua en Alepo
Mientras los cortes de agua en Alepo llegan a un máximo histórico, el CICR y las instituciones locales con las que está asociado piden ayuda para difundir un mapa con GPS que permite a los usuarios situarse en relación con una red de pozos restaurados en toda la ciudad.
Después de trabajar muy duro durante meses para reparar decenas de pozos anticuados y brindar agua potable a la población de Alepo, el CICR y sus socios locales se enfrentan a un problema imprevisto: no tienen una manera fácil de informar a la población de dónde se encuentran las nuevas fuentes de agua locales.
Además de sus esfuerzos por difundir la información, que incluyen la impresión de mapas nuevos que se distribuyen de uno en uno, la organización humanitaria ha creado un nuevo mapa con GPS y puesto en marcha una campaña para ayudar a distribuirlo entre los sirios a través de las redes sociales.
El proyecto comenzó en 2013, a medida que la violencia se apoderaba con paso firme de la ciudad más al norte de Siria. En asociación con la Media Luna Roja Árabe Siria y con las juntas de agua comunitarias locales, el CICR puso en marcha esfuerzos preventivos para sentar las bases de una red alternativa de agua en Alepo.
"La idea surgió de la necesidad", señaló Pawel Krzysiek, portavoz del CICR en Damasco. "A medida que la ciudad estaba cada vez más dividida y la infraestructura se deterioraba, nos dimos cuenta de que era probable que la situación empeorara todavía más."
Con las juntas de aguas locales de ambos lados de la ciudad dividida, el CICR localizó y restauró con persistencia la colección de pozos derruidos de Alepo, la mayoría de los cuales llevaban décadas sin utilizar. Y, a medida que los cortes de agua y electricidad empeoraban en la ciudad bombardeada, también incrementaban el ritmo y la importancia de esta labor.
La organización de ayuda humanitaria dijo a Syria Deeply que ya ha restaurado 80 fuentes de agua en Alepo, cada una de las cuales se ha incorporado al mapa en línea de la red de contingencia de agua. La organización espera que se sumen por lo menos diez más en el futuro próximo.
La intensificación de los enfrentamientos al sur de la ciudad desde mediados de año ha supuesto para los dos millones de personas que viven en Alepo largos cortes de agua, a veces de hasta dos semanas de duración. Sin embargo, la necesidad creciente de fuentes alternativas de agua no ha ido, al parecer, de la mano de un aumento del uso de la nueva red del CICR.
El problema es que la población simplemente no sabe dónde están los pozos que funcionan, cómo encontrarlos y ni siquiera que existen, para empezar.
El CICR se planteó la posibilidad de distribuir miles de mapas, pero pronto se dio cuenta de que los mapas de la ciudad disponibles eran prácticamente inútiles. Cuatro años y medio de enfrentamientos han cambiado dramáticamente el panorama de la ciudad. No hace falta ni decir que distribuir mapas sería casi imposible en una ciudad devastada por la guerra, que se ha desmembrado en los últimos dos años en zonas distintas controladas por las fuerzas gubernamentales y por infinidad de grupos rebeldes.
Krzysiek explicó que el equipo de comunicación del CICR y sus especialistas en agua empezaron a investigar el uso de Internet en la zona y descubrieron que un número de personas sorprendentemente alto todavía tenía acceso a la red 3G de Siria con sus teléfonos inteligentes, a pesar de los cortes de luz.
"Dado que utilizan teléfonos inteligentes, dimos por sentado que la mayoría tenía capacidad de utilizar el GPS", afirmó Krzysiek. "Así que traspasamos nuestro mapa sencillo a un mapa de código abierto del estilo de los de Google que creamos nosotros, que tiene disponible la función GPS."
La idea es que, cuando se corte el agua, la población pueda situarse en relación con el pozo más cercano y más seguro. Sin embargo, la población de la ciudad no ha incorporado esta iniciativa innovadora.
A lunes 9 de noviembre, el agua lleva trece días cortada en Alepo y, aunque las organizaciones de ayuda humanitaria pudieron llevar combustible hasta las bombas de agua de la ciudad el sábado, el sistema todavía necesita, según Krzysiek, otros diez días para poder acumular la presión suficiente para bombear el agua por las tuberías de la ciudad.
"Eso significa tres semanas sin agua corriente en la mayor ciudad de Siria", señaló Krzysiek. "Y esa estimación se ha hecho con la esperanza de que haya suficiente combustible para que empiecen a funcionar las bombas de la ciudad y de que no se robe ni se dañe nada en los próximos diez días."
Cuando la crisis de agua de la ciudad se combina con el desplazamiento reciente de otras 120.000 personas de la zona (el número total de desplazados internos en la provincia llega probablemente a cientos de miles) y con el comienzo del invierno en Oriente Próximo, las perspectivas en Alepo son poco alentadoras.
Krzysiek afirmó que la necesidad de sensibilizar a la población sobre esta red alternativa que se utiliza por debajo de su capacidad es mayor que nunca. Por eso, se ha ofrecido para recibir comentarios de la población de Alepo y de toda la comunidad global. Se lo puede contactar directamente a través de las cuentas del CICR en Twitter o Facebook o por correo electrónico (dam_com@icrc.org), para transmitirle preguntas sobre el mapa y sobre los nuevos puntos de agua de la ciudad.
"Necesitamos ayuda para conectar con la población de Alepo", señaló Krzysiek. "Esto es un llamamiento humanitario urgente. Todo aquel que tenga ideas sobre cómo podemos difundir más esta iniciativa debería ponerse en contacto con nosotros inmediatamente."
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