Nueva York / Ginebra (CICR) – Hoy, Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), exhortará a los líderes mundiales a emprender acciones más enérgicas para encarar las causas fundamentales de los grandes desplazamientos de personas y, al mismo tiempo, tratar con humanidad y respeto a los millones de refugiados y migrantes en movimiento. El señor Maurer afirmará que, con demasiada frecuencia, lo que provoca el desplazamiento masivo de personas es la violencia.
El presidente del CICR formulará sus observaciones en la Reunión de alto nivel sobre la respuesta a los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York. El objetivo de esta cumbre, que contará con la participación de jefes de Estado y de gobierno, es elaborar un plan para encarar los graves problemas de migración que enfrenta el mundo.
"La vulnerabilidad a la violencia es lo que lleva a las personas a huir. La brutal realidad de la guerra, sumada a las reiteradas violaciones del derecho internacional humanitario, crean condiciones de vida inaceptables", señalará el señor Maurer. "Los ataques indiscriminados, los ataques intencionales a la infraestructura civil y a los hospitales, y la guerra de asedio, que priva a la población de los medios para su supervivencia, se siguen produciendo en demasiados teatros de conflicto en todo el mundo".
El presidente del CICR subrayará que, más allá de los grandes movimientos de personas, lo que está en juego es el destino de seres humanos individuales y que cada una de los 65 millones de personas desplazadas en el mundo "merece un trato justo y humano".
El señor Maurer también recordará a los Estados sus responsabilidades en el plano mundial. "Los exhorto a respetar el derecho, a hacer respetar el derecho, a mantener el equilibrio en un mundo donde numerosas potencias diferentes avanzan en direcciones distintas. La ausencia del imperio de la ley produce refugiados y nunca permitirá un retorno seguro".
"Las malas políticas crearán nuevos sufrimientos. Por consiguiente, eviten las detenciones arbitrarias y los procedimientos rápidos inadecuados. No permitan la existencia de condiciones inhumanas ni la separación de las familias".
El presidente del CICR asistirá también a la Cumbre de dirigentes sobre la crisis mundial de los refugiados auspiciada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que se celebrará el 20 de septiembre, en paralelo con la Asamblea General de las Naciones Unidas. Asimismo, participará en la semana de alto nivel de la Asamblea General, que tendrá lugar del 20 al 26 de septiembre, a fin de ayudar a asegurar que se escuchen las voces de las víctimas y recordar a los Estados las obligaciones que les impone el derecho internacional humanitario (DIH).
Nota para los editores. Con 15.000 colaboradores sobre el terreno en más de 80 países, la labor del CICR abarca los países de origen, de tránsito y de recepción de los migrantes. Durante muchos años, la Institución ha asistido a millones de refugiados y desplazados internos vulnerables, sobre todo en África y Oriente Medio, brindándoles alimentos, agua y medios de saneamiento, así como acceso a la atención primaria de la salud. Durante el primer semestre de 2016, en estrecha colaboración con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en la región, ha proporcionado asistencia humanitaria a miles de migrantes a lo largo de la ruta en América Central y México. En todo el mundo, el CICR asiste a los migrantes vulnerables detenidos, ayuda a restablecer el contacto de los migrantes con sus seres queridos y aporta competencias forenses para identificar los restos de los migrantes fallecidos durante el viaje.
Para más información:
Iolanda Jaquemet, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 27 29
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