
El Salvador: Balance humanitario 2021-2022

La misión del CICR en El Salvador busca prevenir y atender el impacto humanitario de la violencia, fortalecer la capacidad de resiliencia de las comunidades, así como mejorar el acceso a servicios básicos. Para lograrlo trabajamos de la mano con las personas afectadas y con la Cruz Roja Salvadoreña.
Las personas que migran y que son desplazadas internamente por la violencia se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad en sus lugares de origen, durante su tránsito e incluso durante su retorno al país. En 2021 continuamos trabajando para brindarles protección y servicios de asistencia. Entre otras acciones, apoyamos a las víctimas de desplazamiento interno para que se reubiquen en lugares más seguros y en la implementación de iniciativas que les permitan recobrar su autosuficiencia económica; a la par, trabajamos para comprender mejor su situación y necesidades, con el objetivo de contribuir a fortalecer la respuesta humanitaria que les brinda el Estado.
La protección de las personas desaparecidas y sus familias sigue siendo un reto en El Salvador y un flagelo que demanda la adopción de un marco normativo que reconozca y garantice sus derechos, por ello continuamos impulsando la iniciativa de Ley para la Protección de las personas migrantes desaparecidas y sus familiares, además de que promovemos acciones para fortalecer las capacidades de los comités de búsqueda y las capacidades del Estado para responder a las necesidades de las familias.
Continuamos realizando acciones para promover el respeto a los servicios de salud, para reducir los impactos de la violencia en comunidades, y para mejorar la gestión del sistema penitenciario.
Marvin se negó a integrarse en una pandilla. Fue torturado, mutilado y forzado a abandonar su casa, a dejar su vida como la conocía y a emprender, junto con su familia, la búsqueda de un lugar seguro para vivir dignamente y sin miedo dentro de su propio país.
El desplazamiento interno resultante de la violencia es una realidad que trastoca la vida de quienes lo sufren, afecta familias y dinámicas comunitarias, y genera graves consecuencias humanitarias, sociales y económicas para la población en general.