Gaza: la intensificación de las hostilidades armadas en Rafah pone en grave riesgo la vida y la infraestructura de la población civil

Gaza: la intensificación de las hostilidades armadas en Rafah pone en grave riesgo la vida y la infraestructura de la población civil

Ginebra (CICR) — El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advierte a las partes en conflicto y a la comunidad internacional acerca de las graves consecuencias del aumento y la persistencia de las hostilidades armadas en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. Los informes y declaraciones oficiales, así como los incesantes ataques militares, indican el inicio de una nueva etapa del conflicto armado, ante lo cual es imperioso que se proteja la vida de la población civil. Incluso en medio de tanta crueldad y de una polarización extrema, se ha de defender el principio de humanidad.
Comunicado de prensa 14 febrero 2024 Israel y los territorios ocupados

"En vista de la operación militar desplegada en una ciudad con tanta densidad poblacional como Rafah, reiteramos nuestro pedido a las partes en conflicto, así como a todos los actores que puedan influir en ellas, de preservar y proteger la vida y la infraestructura de la población civil", señaló Fabrizio Carboni, director regional del CICR para Oriente Próximo y Oriente Medio. "En virtud del derecho internacional humanitario, las partes en conflictos armados deben garantizar la satisfacción de las necesidades básicas y las salvaguardas necesarias para preservar la vida de la población civil. Es urgente intensificar los esfuerzos. Está en juego la vida de muchísimas personas."

Gaza viene soportando cuatro meses de un conflicto armado de alta intensidad. Muchos escaparon de las hostilidades hacia el sur de Gaza, donde más de 1,5 millones de personas viven en un área que ocupa menos del 20 % del territorio de Gaza (unos 60 kilómetros cuadrados). Hoy en día, Rafah está tan superpoblada que las personas desplazadas buscan, desesperadas, cualquier espacio libre para montar una rudimentaria tienda de campaña.

La mayoría no llegaron directamente a Rafah, sino que ya han tenido que desplazarse dos, tres o cuatro veces. Faltan alimentos, agua potable, servicios de saneamiento, asistencia de salud y seguridad. Sumado al estrés y miedo constantes, y teniendo en cuenta las lesiones, la edad y la discapacidad, muchos residentes se hallan debilitados y en grave riesgo de perder la vida por infecciones y enfermedades.

Se ha de tener en cuenta esta realidad en la planificación y ejecución de las próximas acciones en el marco del conflicto armado. El derecho internacional humanitario (DIH) prohíbe determinados actos, como el desplazamiento forzado, el uso de escudos humanos y los ataques indiscriminados o que provocan muertes, lesiones y destrozos de manera desproporcionada entre la población civil.

Si los planes bélicos prevén la evacuación de la población con anterioridad a esas hostilidades, es esencial que contemplen la realidad del descomunal número de personas que se trasladan por caminos dañados por bombardeos, en medio de escombros de edificios destruidos y zonas contaminadas por armas sin detonar. En las evacuaciones, se debe procurar que los evacuados lleguen a destino de manera segura y en condiciones aceptables de higiene, salud, seguridad y nutrición, y que los miembros de una misma familia no queden separados. Deben poder regresar a su hogar no bien hayan cesado las hostilidades. Es imperioso prever con antelación cuestiones como el traslado seguro de las personas con discapacidad, las personas mayores y las personas enfermas, así como el lugar al que pueda trasladarse y donde pueda instalarse la población, en condiciones de seguridad y con las necesidades básicas satisfechas. Asimismo, el DIH protege a todas las personas civiles contra los efectos de las hostilidades, incluidas las personas que quizá no puedan salir de Rafah.

Israel, en su carácter de potencia ocupante, debe garantizar la satisfacción de las necesidades de la población civil. Por otra parte, es necesario –y más urgente aún si tenemos en cuenta la emergencia humanitaria y la intensificación de las hostilidades– que la asistencia que hoy llega a Gaza a cuentagotas pase a ser más fluida y constante: alimentos, agua potable, artículos de higiene, medicamentos y materiales que permitan un saneamiento básico y un refugio adecuado. Se ha destinado un equipo médico del CICR al Hospital Europeo de Gaza, que realiza más de diez cirugías diarias desde finales de octubre. Los equipos del CICR están respondiendo a las necesidades humanitarias, pero tememos que las actividades de mayor escala sigan viéndose obstaculizadas por problemas de acceso y seguridad, así como la contaminación por armas, que pone en peligro a personas civiles y trabajadores humanitarios. Las organizaciones humanitarias deben contar con las garantías mínimas para poder transportar los artículos de asistencia y llegar rápidamente a las personas que lo necesitan en condiciones de seguridad.

Acerca del CICR
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) es una organización neutral, imparcial e independiente con un cometido exclusivamente humanitario establecido en los Convenios de Ginebra de 1949. Ayuda a personas afectadas por conflictos armados y por otras situaciones de violencia en todo el mundo, haciendo lo posible por proteger su vida y su dignidad, y por aliviar su sufrimiento, a menudo junto con sus socios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Contactos para los medios de comunicación:
Jessica Moussan, CICR Dubai, Tel : +971 504 254 091, o jmoussan@icrc.org