Un delegado del CICR toma nota del daño sufrido por el hogar de Nadezhda. CICR/Svitlana Kuznetsova

Las consecuencias humanitarias de un largo conflicto armado y la respuesta del CICR en Donetsk y Lugansk desde 2014

Para la población de las regiones de Donetsk y Lugansk, las hostilidades del último año vienen a sumarse a nueve años de un conflicto armado devastador.
Artículo 24 febrero 2023 Ucrania Federación de Rusia

En numerosos lugares, los intensos enfrentamientos han destruido o dañado gravemente escuelas, viviendas, centros médicos y otra infraestructura esencial, como las instalaciones de suministro de agua y electricidad, lo que afecta la vida de millones de personas en el largo plazo. Por años, las personas que viven cerca de la línea del frente se han enfrentado a muchas dificultades para tener acceso a alimentos, agua, calefacción y atención médica, y numerosas familias han perdido a sus seres queridos o los han visto sufrir heridas graves.

El CICR presta apoyo a esas comunidades desde 2014. Sus actividades han ido evolucionando a medida que cambiaban las líneas del frente en el tiempo, sobre todo después de que se intensificaron los conflictos armados en febrero del año pasado. Desde entonces, el CICR mantiene una importante presencia en Donetsk y Lugansk para dar respuesta a las necesidades de ayuda humanitaria.

Solo el año pasado, los equipos del CICR distribuyeron alimentos y artículos de higiene para más de 214.000 personas, mientras que otras 72.000 personas recibieron lonas impermeables y placas de plástico para reparar huecos y proteger sus viviendas. También prestaron apoyo a entidades locales para reparar la red de suministro de agua, lo que benefició a 1,5 millones de personas, y abastecer de agua de emergencia a más de 41.000 personas en Donetsk, Mariupol y otras ocho localidades.

En pueblos como Volnovakha, el CICR reparó sistemas de calefacción, techos, ventanas y puertas de decenas de casas destruidas. En Donetsk, distribuyó materiales de construcción de emergencia a 5.500 familias para la reparación temporal de sus viviendas. En Donetsk y Lugansk, el CICR entregó 18.400 toneladas de carbón a familias que viven en las líneas del frente para ayudarlas a protegerse del frío.

"Escuché una explosión y, en un abrir y cerrar de ojos, todo se derrumbó sobre mí. Miré hacia arriba... ¡El techo estaba encima de mí! Empecé a salir de debajo de los escombros a través de un laberinto que formaron el techo derrumbado y los muebles rotos, con clavos enormes que sobresalían de las maderas. La explosión fue tan potente que la puerta de la habitación se partió en dos", dijo Nadezhda, residente de Volnovakha. El CICR le entregó material de construcción para reparar su casa.

La labor del CICR refleja la cruel realidad que la población ha estado viviendo por años, con fuertes bombardeos que provocaron la pérdida de vidas y miles de personas heridas.

En Donetsk, el CICR entregó medicamentos y material médico a decenas de centros sanitarios para que puedan atender emergencias. A esto se suma la entrega regular de medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas a 15 centros de salud, incluidos 52.000 viales de insulina para más de 3.000 pacientes con diabetes.

De los miles de proyectiles pesados que se disparan a diario, hay centenares que no explotan, lo que representa una gran amenaza para las comunidades. Las actividades habituales, como plantar, jugar al aire libre o caminar por carreteras no pavimentadas, conllevan un nivel de riesgo potencialmente mortal. Las explosiones pueden ser fatales o causar lesiones, como ceguera, quemaduras, daños en las extremidades y heridas de metralla profundas.

Desde 2014, el CICR ha apoyado los esfuerzos de desminado mediante la distribución de material para ayudar a reducir los riesgos para las personas civiles.

El año pasado, el CICR reforzó este apoyo mediante la distribución de folletos con instrucciones para protegerse, cintas de señalización y carteles de sensibilización sobre los riesgos que entrañan las minas antipersonal. Se donaron equipos técnicos y herramientas a organizaciones responsables de las actividades humanitarias de desminado para reducir la exposición de las personas civiles a las minas.

En 2022, los equipos del CICR en Donetsk y Luhansk continuaron su labor humanitaria iniciada en 2014, que incluye:

  • Suministro de paquetes de alimentos y kits de higiene a 200.000 personas
  • Apoyo a 34 hospitales con equipos médicos y material quirúrgico desechable
  • Entrega de sillas de ruedas, andadores y calzado ortopédico a medida a 805 pacientes y apoyo a la planta protésico-ortopédica de Luhansk
  • Suministro de agua potable a 41.000 personas en Donetsk, Mariupol y otros 8 asentamientos, mientras que 1,5 millones de personas se beneficiaron de la reparación de la red de agua realizada por el CICR, en apoyo de las autoridades locales de agua (Luganskvoda y Voda Dombassa).