A una semana de la devastadora explosión que causó estragos en Beirut, los hospitales que todavía quedan en la ciudad siguen llenos, y cientos de miles de personas necesitan ayuda para reconstruir su vida.
La esperanza de encontrar sobrevivientes entre los escombros se diluye rápidamente. Se ha confirmado que al menos 160 personas fallecieron en la explosión y más de 6.000 resultaron heridas.
Tres grandes hospitales sufrieron daños o quedaron destruidos. Uno de ellos, visitado por el CICR la semana pasada, no tiene capacidad para recibir ni un solo paciente debido a los daños, mientras que, normalmente, habría podido tratar hasta 8.000 pacientes internados y atender 14.000 urgencias por año.
"De un minuto a otro, el mundo cambió para quienes viven en Beirut", dijo Basma Tabaja, vicejefa de la delegación del CICR en Líbano.
"Casi la mitad de la ciudad sufrió daños considerables. Cerca de 300.000 personas perdieron su hogar y sus pertenencias en un abrir y cerrar de ojos.
El dolor por las vidas perdidas es incontenible, y se necesita muchísimo apoyo para los sobrevivientes. Muchas personas tendrán secuelas de por vida, y para otras, recibir un golpe así, sumado a tantas otras crisis, es demasiado."
La catástrofe agrega aún más sufrimiento en medio de otras crisis vigentes, como el deterioro de la situación económica, que la pandemia por COVID-19 y las correspondientes medidas de contención no han hecho más que agravar.
El daño provocado en el puerto tendrá enormes consecuencias para Líbano y la región en general, ya que es el canal por el que pasan más del 80% de las importaciones del país.
l precio de los alimentos y de otros artículos ya había subido de manera muy pronunciada en los últimos diez meses, en algunos casos, más del 90%. Hoy se teme que haya nuevos aumentos.
Respuesta de la Cruz Roja
Inmediatamente después de la explosión, el 4 de agosto, el CICR distribuyó insumos médicos a 12 hospitales en el interior y en los alrededores de Beirut. Seguimos prestando apoyo a estos hospitales, así como a nuestros socios de la Cruz Roja Libanesa, para ayudar a dar respuesta a la infinidad de necesidades urgentes que padece la población.
Los medicamentos y equipos médicos escasean, problema que se suma a los insoslayables efectos psicológicos que sufren quienes se han visto afectados por la explosión.
Actualmente, prestamos apoyo en salud mental en el hospital universitario Rafik Hariri y brindaremos servicios de rehabilitación física a personas que han resultado heridas a causa del incidente.
El CICR ha iniciado la entrega de paquetes de alimentos a una organización local que apoya a las personas que han quedado sin hogar. Cerca de 250.000 mil personas perdieron la vivienda, y muchos otros hogares han sufrido daños.
Los equipos del CICR están evaluando el daño que sufrieron las propiedades, así como la infraestructura eléctrica e hídrica. Junto con la Cruz Roja Libanesa, también ayudamos en la búsqueda de familiares desaparecidos. A fin de contribuir a la atención de las necesidades en Beirut, el CICR ha lanzado un llamamiento para obtener fondos, como también lo ha hecho la Cruz Roja Libanesa.
Quienes deseen realizar un donativo pueden hacerlo a través de nuestro sitio web: https://www.icrc.org/es/donate/libano. El CICR calcula que la Cruz Roja necesitará 40 millones de euros para financiar la respuesta hasta finales de año.
Contamos con portavoces y colegas a cargo de actividades operacionales para entrevistas desde Beirut.
Para más información y concertar entrevistas:
Rona Halabi, portavoz del CICR en Líbano: ralhalabi@icrc.org +961 70 153 928
Ruth Hetherington, portavoz del CICR para Oriente Medio, Ginebra: rhetherington@icrc.org +41794473726