Libia: la falta de personal y de recursos amenaza con hacer colapsar los servicios sanitarios
Para los enfermos y los heridos en Libia, la violencia y la inseguridad general dificultan la empresa de llegar hasta las instalaciones de salud y obtener el tratamiento que necesitan. El personal sanitario corre el riesgo de sufrir ataques, resultar herido e incluso morir. Los grupos armados a menudo niegan el paso a las ambulancias. Escasean los insumos médicos, y los servicios de urgencias y la capacidad quirúrgica son insuficientes.
La falta de personal cualificado se agrava con la partida de trabajadores sanitarios extranjeros, que antes constituían la mayoría del personal sanitario en el país. El número de pacientes con discapacidades relacionadas con la guerra y de otro tipo va en aumento, y hay una escasez crónica del tratamiento especializado que necesitan en materia de prótesis y órtesis.
"La atención sanitaria es crucial para los niños, los ancianos, las mujeres y todos los civiles afectados por la violencia. Se debe respetar y proteger las instalaciones sanitarias y su personal", señala la doctora Sara Frea, oficial de salud en la delegación de Trípoli del CICR.
Hasta ahora, más de 30 hospitales y clínicas en distintos lugares del país, incluidas las ciudades de Trípoli, Bengasi, Derna, Misrata, Gharian, Zintan, Sirte y Sabha, han recibido medicamentos para atención obstétrica y de otro tipo, donados por el CICR. La Institución, que trabaja directamente o en asociación con la Media Luna Roja Libia, también suministra medicamentos y materiales muy necesarios para las instalaciones sanitarias en zonas propensas a la violencia. Las entregas han incluido insumos anestésicos, material de esterilización, suturas, vendas y ropa de quirófano.
"Muchos hospitales están cerrados porque se encuentran en zonas afectadas por los enfrentamientos. Se ha puesto en peligro al personal sanitario, a los pacientes y a los propios hospitales. Los edificios han sufrido daños por el impacto de misiles y cohetes", afirma el doctor Taha Khalifa Sultan, que dirige el departamento de Salud de la Media Luna Roja Libia.
"Algunas de las instalaciones de salud que siguen en funcionamiento están cerca de las zonas en las que actualmente se producen enfrentamientos, y para el personal es difícil trabajar allí. Y para los pacientes no es seguro acudir a ellas. Otro problema importante es la escasez de insumos médicos. Algunos almacenes han sido incendiados o han sufrido daños, mientras que otros están en zonas de conflicto a las que es difícil acceder."
Describe la prestación de servicios sanitarios a los civiles en las circunstancias actuales como un gran desafío. "La Media Luna Roja Libia y el CICR tratan de dar atención médica a quienes más la necesitan", señala el doctor Taha. "¡Ayúdenos a ayudarlos!".