Yeyson y Noel son de Honduras. Circunstancias, momentos y motivos diferentes hicieron que dejaran su país para emprender la ruta migratoria. Ambos sufrieron accidentes en el camino que les provocaron amputaciones. En Tapachula, Chiapas, tomaron una rehabilitación para adaptarse a las prótesis que han hecho que puedan caminar de nuevo.
Una de las primeras imágenes que llegan a la mente cuando se habla de la ruta migratoria en México es el tren, pues se trata de uno los principales medios de transporte que usan las personas migrantes para llegar a su destino. Sin embargo, representa a la vez uno de los peligros más grandes de la ruta. Yeyson y Noel son parte del alarmante número de personas que ha sufrido accidentes relacionados con el tren en algún punto del trayecto.
Yeyson perdió las dos piernas al resbalarse con unas piedras cuando intentaba subir al tren en Huehuetoca, Estado de México. Mientras que Noel perdió una en un choque cerca de Tula, Hidalgo.
Ambos fueron auxiliados por la Cruz Roja Mexicana, y ahora están juntos en el centro de rehabilitación física del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de México en Tapachula, con el apoyo técnico y financiero del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para recuperar la fuerza en los músculos y adaptarse a sus extremidades artificiales.
El CICR trabaja con personas migrantes amputadas a través del programa de rehabilitación física. Éste opera en México, El Salvador, Guatemala y Honduras. En general, consiste en coordinar y capacitar al personal médico para la rehabilitación de las personas, además de la entrega y mantenimiento de prótesis y órtesis.
En Guatemala, Honduras y El Salvador, el programa atiende a personas migrantes retornadas, mientras que en México considera a migrantes en tránsito, que se quedan en el país para recibir rehabilitación física y acceso a prótesis, como en los casos de Yeyson y Noel.
Las personas migrantes son valoradas por un médico y, al estar en condiciones de hacerlo, siguen el proceso para aprender a usar sus prótesis en centros de rehabilitación física, identificados en cada uno de los países en los que el programa está en marcha.
En México, el centro está en Tapachula, Chiapas. Mismo lugar del taller Ortimex, fabricante de las prótesis con tecnología desarrollada por el CICR. Éstas están hechas con un material a base de polipropileno, que hace que sean resistentes, duraderas y económicas.
Al término de su rehabilitación, Yeyson y Noel podrán volver a caminar sin el apoyo de silla de ruedas o muletas, y eso es lo que más los ilusiona. Ambos se esfuerzan todos los días para fortalecerse y moverse de forma completamente independiente, como antes de sus accidentes.