Nuestros llamados a la acción para Colombia: 2020

Recomendaciones sobre la situación humanitaria del país

03 marzo 2020
Nuestros llamados a la acción para Colombia: 2020
Omaira Rivera tiene a dos de sus hijos desaparecidos. En Colombia hay más de 80.000 casos en el marco del conficto armado: Foto: Laura Aguilera Jiménez / CICR

Colombia vive una difícil realidad en la que miles de personas aún siguen viviendo en medio del conflicto armado y la violencia. 

Estos son nuestros llamados a la acción frente los asuntos que más nos preocupan en el país.

A los actores armados

  • Instamos a la Fuerza Pública y a los grupos armados a cumplir con su responsabilidad de conocer, respetar y aplicar el DIH y otras normas humanitarias. En ninguna circunstancia los civiles deben seguir sufriendo las consecuencias de las acciones armadas. La compleja situación en distintas regiones del país es nuestro principal argumento para recordarles que los límites de la guerra no son opcionales.
  • Recordamos que todos los actores armados deben brindar información sobre la suerte de los desaparecidos. Cumplir con este propósito ayudará a darles respuestas a decenas de miles de familias que aún no saben lo que ocurrió con sus seres queridos.

A las autoridades

  • Es importante que las nuevas autoridades locales y regionales orienten sus esfuerzos a prestar una atención digna, oportuna e integral a las comunidades afectadas por el conflicto y la violencia armada en zonas urbanas y rurales.
  • Insistimos en que el Estado debe reforzar su capacidad para brindar una atención integral, que incluya acompañamiento psicosocial y apoyo económico, a todas las víctimas. El trato digno, eficiente y sin revictimización debe adaptarse a las necesidades de los sobrevivientes de violencia sexual, reclutamiento, artefactos explosivos, amenazas y desaparición, entre otros.
  • Reconocemos los esfuerzos hechos por el Estado para responder a las necesidades de los migrantes. Sin embargo, es importante que se facilite la implementación del marco normativo a nivel regional y local.
  • Exhortamos a la continuidad del apoyo a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, que debe contar con los recursos necesarios y con la colaboración de todas las agencias del Estado para el cumplimiento de su misión.
  • La adecuada gestión de las morgues, los cementerios y otros lugares de entierro es clave para la búsqueda de desaparecidos y para evitar la pérdida de cuerpos. Instamos a las instituciones competentes a reconocer su responsabilidad en esta labor.
  • Recordamos a las autoridades penitenciarias la importancia de unificar la responsabilidad de la salud de los detenidos a un único ente rector con la autonomía suficiente para asumir la toma de decisiones sobre la condición física y mental de los internos.

A la sociedad colombiana

  • Dado que la mayoría de las agresiones contra la Misión Médica en 2019 fueron protagonizadas por miembros de la población civil, extendemos un llamado para que todos protejan y respeten la labor de los trabajadores de la salud. Esto es igual de relevante para los actores armados.
  • Es fundamental el compromiso del sector privado para facilitar un empleo justo y digno a víctimas del conflicto armado y migrantes.

A la comunidad internacional

  • La respuesta a los retos de la migración es un deber inaplazable. La comunidad internacional debe aumentar su contribución financiera a los programas humanitarios destinados a dar respuesta a las poblaciones de migrantes (incluidos refugiados), así como a los colombianos retornados y a las comunidades receptoras.

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