Paraguay: “el agua es primordial, si la tenemos, podemos avanzar”
Don Eulogio Cárdenas, líder comunitario, fue uno de los primeros habitantes de Santo Domingo, en Kuruzú de Hierro, en el norte de Paraguay. Recuerda que el abastecimiento de agua siempre fue un problema en la región: al principio, tenían que buscar toda el agua del Kay'ata, el arroyo más cercano, a 3 km del asentamiento.
Luego se perforaron pozos y se instalaron tanques, pero después de 15 años, el sistema de distribución presentaba muchas fallas y no era adecuado para la comunidad. Últimamente, cada casa no tenía más de dos horas de agua al día, eso cuando la rotura de los caños no cortaba el acceso a la red por períodos aún más largos. "Sufríamos con la falta de higiene, salud y trabajo, pues no podíamos tener plantas, huertas, animales", explica don Eulogio. Hasta la unidad de salud de la comunidad era perjudicada por la escasez de abastecimiento, pues muchas veces permanecía cerrada por falta de agua.
El desarrollo de diversas actividades para apoyar el sustento de las familias también era afectado. "Traía sobre mi cabeza 20 litros por más de 50 metros", cuenta Marcelina Vázquez de Aguero, de 62 años, "me hacía doler todo el cuerpo por cargar el agua todos los días, y ya no podía hacer mucho más". Ahora podrá cumplir su sueño de tener una huerta.
Para mejorar el acceso al agua de las familias campesinas en situación de vulnerabilidad y afectadas por la violencia, el CICR, con el apoyo de la Cruz Roja Paraguaya (CRP) y con el compromiso de la comunidad de Kuruzú de Hierro, implementó el proyecto "Rehabilitación y Mejoramiento del Sistema de Abastecimiento de Agua".
Mientras que el CICR ofreció recursos financieros y cualificación técnica, la comunidad – que cuenta con 90 familias, es decir, cerca de 560 personas – fue responsable por definir las prioridades del proyecto y por excavar e instalar la red de tuberías.
Como hace en proyectos de agua alrededor del mundo, más que instalar la red de abastecimiento, el CICR se preocupa con el desarrollo de las capacidades locales para el mantenimiento de la infraestructura y el uso racional del agua. "Los pasos siguientes son capacitar a la comunidad para el buen mantenimiento del sistema, para que hagan buen uso del agua y sobre la importancia de tener hábitos saludables", explica el delegado del CICR Manuel Duce.
Don Eulogio es optimista. "Nosotros tenemos un proyecto de vida para el futuro, sabemos que el agua es primordial, si tenemos el agua podemos avanzar de diferente forma, estamos ganando de todos lados. Estamos trabajando, queremos trabajar y tenemos que trabajar para vivir y acá está lo primordial que es el agua entonces por eso siempre dije: no me voy a cansar de agradecer", afirmó.
Este programa prevé un alcance mayor que el acceso al agua, busca también impactar en los diversos aspectos fundamentales para mejorar la vida de la comunidad, así como disminuir el costo de vida de la población, permitiendo la posibilidad de una mejor nutrición, higiene y salud.
La disponibilidad de agua, elemento esencial para la vida, es un asunto muy importante para el mundo actual y lo será cada vez más en el futuro. En materia de agua, el CICR lleva a la práctica programas para garantizar el acceso por parte de los grupos más vulnerables de la población en situaciones de crisis emergente, aguda, crónica o en situaciones poscrisis.
En Paraguay, el CICR, con el apoyo de la CRP, trabaja en los distritos de Azoteý, Horqueta, Iby Yaú y Tacuatí Poty.
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