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Renaciendo con fortaleza: la travesía de Patricia

En el marco de la conmemoración del Día de la Mujer Hondureña, nos adentramos en la historia de Patricia*, una mujer de 35 años que ha vivido el dolor por la desaparición de un hijo y por desplazamiento forzado, cuya valentía y determinación han sido el eje para reconstruir su proyecto de vida y el de su familia.

En una pequeña ciudad del país, Patricia cuenta su vida. En su voz resuena el dolor, y también la fuerza que ha encontrado para escapar de la violencia que amenazaba a su familia. "Mis experiencias han sido malas, y creo que todavía me afecta", comparte al recordar los momentos que le han dejado cicatrices profundas: hace 10 años su tercer hijo –que ahora tendría 12 años– fue desaparecido, y desde entonces ella no ha parado de buscarle; hace seis años, su esposo fue asesinado y una de sus hijas es sobreviviente de violencia sexual.

A la pérdida de dos de sus seres queridos, se sumaron las amenazas que recibió y que la obligaron a abandonar su hogar. Esto volvió más complicado continuar con el proceso de búsqueda de su hijo.

A pesar de la sombra que la violencia ha arrojado sobre su vida, Patricia ha retomado su proyecto de vida junto a sus tres hijos. Encontró una vivienda segura e inició un emprendimiento de venta de comida que le ha permitido generar ingresos propios, con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

La historia de Patricia es un testimonio del impacto que la violencia tiene en miles de familias, muchas de ellas encabezadas por mujeres, y de su fuerza para afrontarla.

El Comité Internacional de la Cruz Roja en Honduras trabaja para prevenir y mitigar las consecuencias humanitarias que enfrentan las personas desplazadas internamente.

La organización construye su respuesta humanitaria de la mano de las personas desplazadas, a través de programas como el de Seguridad Económica (EcoSec) en el que las personas beneficiarias participan en el desarrollo de soluciones que mejoren su calidad de vida. Este programa está enfocado en desarrollar capacidades que fortalezcan la seguridad económica de las personas, mediante diferentes recursos materiales y el desarrollo de capacidades.

El camino de Patricia hacia la reconstrucción no ha sido fácil, y aún espera respuestas sobre el paradero de su hijo. "Me siento sola", confiesa Patricia. Sin embargo, el acompañamiento y apoyo psicosocial del CICR le han brindado un refugio emocional y herramientas para afrontar la desaparición de su hijo y la ambigüedad emocional que esta conlleva, así como las consecuencias que ha tenido a causa de la violencia.

El CICR recuerda la importancia de la creación de redes de apoyo para las personas que han sido víctimas de la violencia, quienes llevan muchas heridas que son invisibles, pero que requieren un acompañamiento psicosocial que les permita transitar las adversidades.

Patricia también ha encontrado fortaleza y convicción para continuar en las aspiraciones profesionales de sus hijos, quienes quieren estudiar repostería, microbiología y el más pequeño de ser piloto. "Yo sé que les voy a ayudar a cumplir sus sueños", asegura.

En el corazón de la oscuridad, Patricia busca la luz, anhelando ver a sus hijos graduados y convertidos en individuos independientes. Su historia es un recordatorio de la capacidad de encontrar esperanza incluso en los momentos más difíciles, y de la importancia de proteger la vida y dignidad humana de las personas que han sido afectadas por la violencia.

En Honduras, la violencia ha provocado el desplazamiento de más de 247.000 personas, de las cuales 55% son mujeres y 43% son niños, niñas y adolescentes. En diciembre de 2022, el Congreso Nacional de Honduras aprobó la Ley de prevención, atención y protección de las personas desplazadas internamente. Ahora, contar con una reglamentación de la ley evitará que más familias se enfrenten al duro camino que ha transitado Patricia en la búsqueda de una mejor calidad de vida.

El reglamento de la ley facilitará la implementación de mecanismos de protección a personas desplazadas por violencia, la implementación de un Sistema Nacional de Respuesta, medidas de prevención y presupuesto a través del Fondo para la Atención. Incluyendo además asistencia humanitaria, reconocimiento y protección de derechos, y recolección de información mediante el Registro de Personas Desplazadas Forzadamente (RUPPDEF ).

Como organización humanitaria, el CICR ha acompañado la construcción de la Ley de Desplazamiento, y reitera su compromiso para su reglamentación y adecuada implementación

* Su nombre ha sido modificado para proteger su identidad.