Creada junto con familias de México y América Central, la muestra rinde homenaje a esas mujeres y hombres cuya valentía, fuerza y amor merecen ser recordados. La exposición estará en El Progreso, municipio del departamento de Yoro, del 2 al 8 de septiembre, y posteriormente en La Paz, municipio del departamento del mismo nombre, del 11 al 19 de septiembre.
“Los Estados tienen la responsabilidad de impulsar procesos de búsqueda efectivos que permitan encontrar a las personas desaparecidas, sin importar cuánto tiempo haya pasado. Las familias siguen esperando una respuesta, a la que tienen derecho, y esa respuesta depende también del compromiso y la acción de las autoridades e instituciones locales”, expresó Gia López, responsable del programa de personas desaparecidas de la misión del CICR en Honduras.
En la sede de La Paz se compartirán las historias de don Gustavo Rubio y de doña Teodolinda Morán, ambas originarias de este departamento, así como las de sus familias. Con ello, Tejer memoria regresa a las comunidades de donde surgieron las historias que la conforman, acercándose a las familias y sensibilizando a la sociedad sobre sus necesidades.
Don Gustavo, junto con su esposa, Georgina Banegas, lleva más de 18 años buscando a su hijo Geovanny, desaparecido en 2006 tras salir de su hogar en Las Flores con rumbo migratorio. El único objeto que conserva la familia es una fotografía de la infancia de Geovanny. Pese a los problemas de salud, don Gustavo continúa al frente de la búsqueda y participa activamente en el Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos del Centro de Honduras (COFAMICENH). En 2023 enfrentó también la pérdida de otro hijo, Gustavo, quien falleció a causa de una enfermedad renal sin saber qué ocurrió con su hermano. “El dolor más grande es pensar que, si algún día aparece Geovanny, preguntará por su hermano que ya no está”, comparte la familia.
Por su parte, don Iván Manueles y su difunta esposa, doña Teodolinda Morán, recibieron la última llamada de su hija Wendy en junio de 2013. Tenía 22 años y se encontraba en su trayecto migratorio. Un año después, Teodolinda falleció a causa de un derrame cerebral que su familia atribuye a la angustia de no saber de su hija. Hoy, don Iván conserva con cariño los diplomas y fotografías de Wendy, así como el recuerdo de una vida compartida con Teodolinda durante 35 años.
Cada familia que busca a un ser querido enfrenta una dolorosa carrera contra el tiempo. El pasado 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desaparición, el CICR recordó al mundo que miles de familias siguen esperando respuestas. Su derecho a saber qué ocurrió con sus seres queridos es una deuda pendiente que urge saldar.
En el marco de su acción humanitaria, el CICR acompaña a las familias y brinda asesoría técnica a los Estados para que cumplan con sus obligaciones en materia de desaparición. Escuchar a las familias en Honduras ha permitido comprender mejor sus necesidades: conocer la suerte y paradero de sus seres queridos, recibir apoyo psicosocial, atención en salud, acceso a la justicia y redes de apoyo empáticas.
La desaparición de personas no es solo un dolor privado, sino un desafío colectivo que interpela a toda la sociedad. Con Tejer memoria, no solo recordamos a quienes nunca dejaron de buscar: también tejemos vínculos, diálogo y esperanza.
Para más información y gestión de entrevistas:
Claudia Nieto Anderson (Honduras): cnietoanderson@icrc.org