Cuando una comunidad está afectada por la violencia armada, no solo se observan enfrentamientos, robos, miedo, familias desplazadas, pérdida del contacto familiar, entre otras consecuencias, también se instalan en cada rincón de las comunidades, la desconfianza y el silencio.
En Tumeremo (Bolívar), por ejemplo, varias trabajadoras del CICR están guiando una actividad de integración en las que promovemos el diálogo confidencial, la escucha activa y el trabajo en equipo, para que las personas vuelvan a construir la confianza que las une y las empodera para encontrar soluciones a los problemas que les aquejan.
Las personas no eligen vivir en zonas que son afectadas por violencia, lo que sí pueden elegir es cómo actuar frente a ella. A través de nuestros talleres de comportamiento seguro, damos recomendaciones a las personas para que aprendan cómo actuar antes, durante y después de un episodio de violencia y reducir así los riesgos potenciales que existen. En Tumeremo (Bolívar), Petare (Caracas), El Callao (Bolívar), La Capilla (Apure) y otras zonas, realizamos 13 entrenamientos de comportamientos seguros para docentes y personal de salud, 10 talleres cortos para comunidades y 5 capacitaciones dirigidas a voluntarios/as de la Cruz Roja Venezolana que apoyan a zonas afectadas por violencia armada.
Una estudiante de la Universidad de Carabobo, núcleo Aragua, está realizando una práctica de reanimación en la sala de simulación que fue acondicionada por el CICR en esta institución. Durante el 2023, trabajamos en la habilitación de este espacio que le permitirá a los estudiantes y profesores realizar sus actividades prácticas en una sala de última tecnología, atendiendo casos clínicos que son frecuentes en el Hospital Central de Maracay, especialmente, aquellos relacionados con episodios de violencia armada.
El diálogo confidencial, bilateral y constante es una herramienta del CICR para recordar a las autoridades, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y grupos armados, las obligaciones emanadas del derecho internacional humanitario, el derecho internacional de los derechos humanos y la normativa nacional sobre el uso de la fuerza. Es también, un mecanismo para reducir el impacto que tiene la violencia armada en la vida de las personas.
Durante el 2023, entre otras actividades, realizamos 30 sesiones formativas, conversatorios, mesas de trabajo y talleres para la difusión y sensibilización en materia del uso progresivo y diferenciado de la fuerza, en las que participaron un total de 1.350 oficiales de las Fuerza Armadas y de diversas unidades policiales y de investigación.
Durante la Tercera Conferencia Internacional para los Familiares de Personas Desaparecidas, una señora que está en búsqueda de un familiar lee junto a una trabajadora del CICR la cartilla “Rutas de atención a Familiares de Personas Desaparecidas en Venezuela”, un material que fue creado por el CICR para orientar a quienes están en la búsqueda de un ser querido dado por desaparecido.
En la comunidad indígena pemón, en Pawipa, estado Bolívar, un trabajador del CICR les explica a varios miembros de la comunidad, cómo realizar un vendaje en caso de emergencia. En conjunto con la Cruz Roja Venezolana, realizamos talleres de primeros auxilios en distintas comunidades del país dándoles los conocimientos básicos para poder asistir a cualquier persona mientras llega la ayuda profesional o mientras se traslada al herido. A menudo, en estas comunidades del interior del país y de otros sectores en Caracas, es difícil acceder a servicios de salud, por lo que, conocer sobre primeros auxilios puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
En San Fernando de Apure, un trabajador del CICR está inspeccionando la construcción de una sala de autopsia. En el 2023, apoyamos la rehabilitación de la infraestructura de diferentes centros forenses en el país, así como la construcción de otros nuevos como en Guasdualito y San Fernando, ambos en Apure. Estos espacios en condiciones óptimas permiten que el personal forense pueda hacer mejor su trabajo, facilitando la trazabilidad e identificación de las personas fallecidas, todo con un solo fin: que las personas fallecidas puedan tener un adiós digno.
En el 2023, Isbelia participó en el proyecto de huertos familiares que desarrollamos para apoyar a 149 familias de La Cota 905, una comunidad cuyos medios de vida fueron fuertemente afectados por los episodios de violencia armada en el sector. En esta foto, ella y su hija están extrayendo semillas de unas ramas de cilantro secas que les servirán para el próximo periodo de siembra.
En comunidades afectadas por la violencia, las personas también lidian día a día con la falta de servicios esenciales como el agua. En Ciudad Sucre, estado Apure, realizamos la rehabilitación y equipamiento de un pozo de agua profundo que surte a aproximadamente 2.500 personas de la comunidad.
Durante una jornada de salud realizada en Petare, un voluntario de la Cruz Roja Venezolana le explica a una paciente lo que ve en una radiografía de rayos X de tórax. En zonas afectadas por la violencia, como el sector José Felix Ribas de Petare, a menudo es difícil acceder a servicios de salud. Junto a la Sociedad Nacional, realizamos jornadas en las que se atienden las consultas generales y especializadas que requieren las personas.
Durante el 2023 nuestros equipos trabajaron en diferentes áreas para dar respuesta a las necesidades de protección y asistencia en las comunidades afectadas por la violencia armada en el país. En todo este tiempo, compartimos experiencias con personas, quienes a pesar de las circunstancias que enfrentan a diario, siempre tienen ideas para mejorar su situación, así como la disposición inquebrantable de salir adelante.
Estas fotos, son tan solo un resumen de las actividades que hicimos durante el año, para apoyar a quienes son afectados por la violencia, procurarles mejores medios de vida, acceso a servicios de salud, agua y electricidad; prevenir la pérdida del contacto familiar y las desapariciones, fortalecer el diálogo comunitario, optimizar los servicios forenses, entre otras actividades que hacen única la labor humanitaria del CICR.