Los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los prestadores de salud conviven en muchos contextos, entre otros, en situaciones de emergencia no relacionadas con conflictos armados en las que se producen diversos actos de violencia colectiva. Estas interacciones pueden dar lugar tanto a complicaciones como a colaboraciones. Los dos años que precedieron la redacción de este informe estuvieron marcados por la pandemia de COVID-19 y un aumento de la agitación social. Ese panorama se dio en medio de otras situaciones prolongadas de protesta social, violencia urbana y contextos de emergencia en los cuales las necesidades de salud de las poblaciones se intensifican de manera exponencial, por ejemplo, ante desastres naturales u olas de desplazamiento o migración. Este informe presenta estudios de casos y recomendaciones pragmáticas para esas situaciones.