Agencia Central de Búsquedas del CICR: 50 años ayudando a mantener el contacto entre familiares

07-04-2010 Entrevista

La Agencia Central de Búsquedas presta diversos servicios de búsqueda de personas en todo el mundo. Permite que tanto detenidos como civiles afectados por conflictos, catástrofes naturales u otras situaciones, como las migraciones, restablezcan el contacto con sus familiares. Tan relevante hoy como hace 50 años, la Agencia ha ido cambiando con el tiempo y ha aprovechado los avances tecnológicos para acelerar la transmisión de información a cada vez más personas.

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Fotos: la Agencia Central de Búsquedas del CICR cumple 50 años

       

Fotos en tamaño completo en Flickr
       
©CICR/hist-00577-26 
   
Primera Guerra Mundial. Ginebra, Suiza.  Departamento de Personas Desaparecidas de la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra. 
               
©CICR/hist-00456_m.jpg 
   
Segunda Guerra Mundial. Agencia Central de Prisioneros de Guerra. 
               
©CICR/T. Gassmann/rw-n-00101-15 
   
Hospital en Bukavu, Zaire. Tras el genocidio en Rwanda, el CICR registró los datos de miles de niños no acompañados para ayudarlos a reunirse con sus familiares. 
               
©CICR/B. Heger/al-n-00019-34a 
   
Albania. Refugiados kosovares utilizaron teléfonos que les facilitó el CICR para comunicarse con parientes de los que no tenían noticias tras huir del conflicto en Kosovo. 
               
©Cruz Roja Británica/A. Sweeting/af-e-01416 
   
A través de llamadas en videoconferencia, estas personas pueden comunicarse con sus parientes detenidos en un centro de detención de Estados Unidos en Afganistán. 
               
©CICR/R. Haviv/cd-e-01001 
   
Roger Bimael, de 17 años, se reúne con sus seres queridos, de los que había quedado separado a causa de la guerra en la República Democrática del Congo. 
           
 
©CICR 
   
Jean-François Pitteloud, historiador del CICR 
     

  El CICR celebra el 50º aniversario de la Agencia Central de Búsquedas, pero desde que fue creada la Institución realiza actividades de búsqueda de personas. ¿Cómo empezó todo?  

     

La primera acción que ilustra lo que luego será la Agencia de Búsquedas del CICR es la que realizó Henry Dunant en 1859, en el contexto de la batalla de Solferino. Esa acción es la que también contribuirá a crear la Cruz Roja, tal como Dunant escribe en Recuerdo de Solferino : " Un cabo de unos veinte años, de rostro afable y expresivo, llamado Claudius Mazuet, había recibido un balazo en el costado izquierdo; su estado ya no permite la esperanza, y él lo sabe muy bien; así pues, tras haberle ayudado a beber, me lo agradece y, con lágrimas en los ojos, añade: " Ah, señor, ¡si pudiera usted escribir a mi padre, para que él consuele a mi madre! " Tomé la dirección de sus padres y, pocos instantes después, había cesado de vivir. "

En una nota al pie de página, Dunant agrega: " Los padres, que vivían en rue d'Alger, Lyon, y de quienes este joven, enrolado como voluntario, era hijo único, no recibieron más noticias que las mías: su hijo habría sido dado, como tantos otros, por'desaparecido'" .

  ¿A partir de cuándo la búsqueda de personas pasó a ser una de las principales tareas del CICR?  

     

La tarea de mantener y restablecer el contacto entre familiares realizada por la Cruz Roja adquiere un fuerte impulso en el contexto de la guerra franco-prusiana de 1870. Se crea entonces la Agencia de Basilea.

Pero comienza a ocupar un lugar central en la acción humanitaria que realiza el CICR durante las dos grandes guerras. En la época de la Primera Guerra Mundial, se llamaba Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra; luego, en la segunda, pasó a llamarse Agencia Central de Prisioneros de Guerra. Y hasta tal punto fue central esa actividad durante la guerra de 1914-1918 que el CICR prácticamente se funde con la Agencia; retomará las otras actividades sólo a partir de 1919.

  ¿Por qué es tan significativo el cambio de nombre de 1960, cuando pasa a llamarse Agencia Central de Búsquedas? ¿Hubo algún hecho en particular que diera origen a ese cambio?  

     

Con ese cambio, el CICR se propone manifestar que toma en cuenta a las víctimas de los conflictos armados de carácter interno e incluso de los disturbios internos, ya que las autoridades suelen negarse a considerar esas situaciones como hechos de guerra, en el sentido habitual de este término.

En efecto, a partir de 1945, la actividad de la Agencia abarca nuevas categorías de personas, civiles en libertad, refugiados. Comienza a reunir a familiares y a buscar a cautivos y desaparecidos en conflicto internos, a los que los gobiernos niegan el estatuto de beligerantes.

En 1960, la antigua denominación ya no corresponde a las actividades del CICR, que realiza durante los conflictos de la guerra fría, como la insurrección húngara de 1956, o vi nculados a la descolonización, como la guerra de Argelia o la revuelta de los Mau Mau en Kenia. Además, el CICR contempla la posibilidad de que la Agencia amplíe sus actividades a la búsqueda de víctimas de catástrofes naturales, como sucedió después del terremoto de Agadir en Marruecos, el año 1960. Y había que hacer lo necesario para que la denominación de la Agencia no fuera un obstáculo para ello.

 

   
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©CICR 
   
Angela Gussing, Directora Adjunta de Actividades Operacionales del CICR. 
     

  El CICR tiene una larga historia en materia de búsqueda de personas. ¿Por qué son importantes las búsquedas y cuáles son los avances más importantes en ese ámbito?  

     

Creo que todos podemos imaginar qué difícil sería si un familiar nuestro de pronto desapareciera y no supiéramos nada de su paradero ni de sus condiciones. Para la mayoría de las personas, estar en contacto con sus familiares es una necesidad fundamental.

Desde el inicio, el CICR se esforzó para que los prisioneros de guerra pudieran estar en contacto con sus familiares. Hoy en día, seguimos cumpliendo esa misma tarea en favor de los detenidos en todo el mundo, pero también ayudamos a los civiles afectados por conflictos, catástrofes u otras situaciones, como las migraciones, mediante diversos servicios de búsqueda que permiten que esas personas restablezcan el contacto con sus familiares.

En los últimos años, el CICR ha trabajado mucho más estrechamente con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para realizar actividades de búsqueda. Esa asociación es fundamental para responder a las necesidades de las personas separadas de sus familiares. A través de esa cooperación, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja puede prestar servicios más allá de las fronteras de cada país, ayudar a los familiares a restablecer el contacto y averiguar el paradero de parientes dados por desaparecidos.

Doy un ejemplo: en Rwanda, durante la década posterior al genocidio de 1994, el CICR, junto con varias Sociedades Nacionales y otras organizaciones, reunió a decenas de miles de niños con sus familiares. Fue una tarea enorme; escuchamos la historia de cada niño para comprender su situación particular, coordinamos las tareas con las autoridades, transmitimos mensajes y verificamos las identidades de padres y niños, entre otras cosas. Es muy conmovedor para los delegados ser testigo de la alegría que se vive en esos reencuentros de familiares.

Otro avance importante en materia de búsquedas es el reconocimiento de la necesidad de quienes han perdido el contacto con sus seres queridos de saber qué les ha sucedido. Esa necesidad se ha incluido en el derecho internacional humanitario y el derecho de los derechos humanos. Las personas ahora tienen el derecho a ser informadas del paradero de sus parientes desaparecidos.

  En el mundo actual, con la existencia de Internet y los teléfonos móviles, ¿por qué siguen siendo necesarios los servicios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para restablecer el contacto entre familiares?  

No sorprende que los avances tecnológicos hayan tenido un fuerte impacto en las actividades de búsqueda, sobre todo porque aceleran la transmisión de información a grandes números de personas. El CICR se ha adaptado a estos avances y utiliza los nuevos medios para ayudar a las personas a comunicarse con sus seres queridos.

Por ejemplo, después del reciente terremoto en Haití, el CICR abrió un sitio web para ayudar a miles de personas que no tenían noticias de sus seres queridos a comunicarse con ellos. Nuestros equipos en Haití registraron los datos d e los sobrevivientes, mientras las personas que estaban en el exterior podían publicar, en el sitio, los nombres de los parientes a los que buscaban. Muchas personas pudieron encontrar a sus familiares, y algunas se comunicaron con nosotros para expresarnos el alivio y la dicha que les significaba saber que su ser querido estaba con vida. Gracias a la tecnología actual, muchas personas recibieron noticias muy rápidamente. Otras, sin embargo, no recibieron ningún mensaje tranquilizador de parte de sus parientes. 

De todo modos, sería erróneo pensar que hoy en día todo el mundo tiene acceso a los computares y los teléfonos móviles, y sabe cómo manejarlos.

En tiempo de crisis, muchas personas logran comunicarse con sus familiares con sus propios medios y no requieren de nuestros servicios. Pero las crisis suelen afectar a personas que eran vulnerables incluso antes de los hechos. Por empezar, las personas afectadas no necesariamente tienen acceso a Internet o a teléfonos móviles. Lo que significa que hay mucha gente que depende de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para que la ayude a comunicarse con familiares desaparecidos.

  Para prestar servicios de búsqueda, se necesita trabajar en estrecha cooperación con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. ¿Cómo trabaja el CICR con las Sociedades Nacionales para buscar a personas que están desaparecidas o que han quedado separadas de sus familiares?  

     

En realidad, para realizar las actividades de búsqueda se necesita una colaboración y una cooperación muy estrechas con un socio local, con presencia en la comunidad, que conozca la cultura y el contexto. Las Sociedades Nacionales cumplen ese requisito, y somos muy afortunados en poder trabajar con ellas.

Todos nos basamos en el mismo enfoque cuando asistimos a familiares separados. Por ejemplo, si un refugiado somalí en Gran Bretaña está buscando a un pariente del que dejó de tener noticias a raíz de los enfrentamientos en Mogadiscio, Somalia, puede dirigirse a la Cruz Roja Británica en Gran Bretaña, que se pondrá en contacto con el CICR y con la Media Luna Roja Somalí en Somalia. Se dará inicio a la búsqueda en Mogadiscio, tal vez se logre dar con el dato de que la persona buscada huyó a Yemen. A través de la Media Luna Roja de Yemen, podemos localizar a la persona, que luego será puesta en contacto con su pariente en Gran Bretaña. 

Ese sería un final feliz, con la red mundial funcionando como debería. Coordinamos ese tipo de tareas, como parte de nuestro papel de dirigir la Agencia Central de Búsquedas, a fin de que los familiares, en todo el mundo, puedan estar en contacto.

 
       
 
   
   
Hechos y cifras & Figures

    En 2009, el CICR visitó lugares de detención que albergan a una población total de 479.669 detenidos. Más de 28.000 personas privadas de libertad se han beneficiado de los programas de visitas familiares del CICR. Durante ese período, el CICR:    
  • recibió y distribuyó más de 253.000 mensajes de Cruz Roja;
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  • publicó más de 83.000 nombres en su sitio web de Restablecimiento del Contacto entre Familiares;
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  • facilitó la realización de más de 12.000 llamadas telefónicas, que permitieron a personas separadas de sus familias restablecer el contacto con ellas;
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  • concretó 1.063 reunificaciones familiares;
  •    
  • gestionó 45.605 solicitudes de búsqueda, incluyendo las que fueron presentadas en 2009.