Libia: los artefactos explosivos continúan causando muerte y mutilaciones a los civiles

04-11-2011 Resumen de actividades

En Sirte y en Bani Walid, los restos explosivos de guerra son una grave amenaza para los civiles, a quienes se les está advirtiendo de los peligros que corren. Entre las otras prioridades inmediatas del CICR figura la de velar por la identificación de los restos mortales y obtener acceso a las personas recientemente arrestadas

Aunque los combates han terminado en muchos lugares, se siguen registrando con regularidad casos de civiles que resultan heridos o muertos a causa de los artefactos explosivos. En Bani Walid, y particularmente en Sirte, donde se encuentra la más alta concentración de artefactos y hay las más graves repercusiones humanitarias, el CICR está lanzando campañas para educar a las personas sobre el peligro que suponen esos artefactos.

"Se han confirmado varios casos de víctimas en Sirte, entre las cuales una niña de ocho años de edad que perdió un brazo cuando jugaba con un artefacto explosivo", dijo un experto del CICR, Guy Marot. "Nuestro objetivo inmediato es garantizar que, en el futuro, el número de personas muertas y heridas entre los civiles sea absolutamente mínimo". Hasta la fecha, a causa de un alto nivel de contaminación por armas en tierras de cultivo y en otros lugares de la zona de Zlitan, al oeste de Misrata, se ha registrado un número aproximado de 30 víctimas.

Actualmente, personal del CICR trabaja en Sirte colocando carteleras, distribuyendo volantes y carteles, en los que se explican los peligros que entrañan los artefactos explosivos; asimismo, está movilizando a los voluntarios de la Media Luna Roja Libia para difundir el mensaje a la población. A partir de la próxima semana, el CICR se encargará de la limpieza de municiones sin estallar en Sirte y en Bani Walid, especialmente en las zonas contaminadas donde los civiles corren el mayor peligro, en particular en algunos de los vecindarios menos destruidos donde las personas intentan regresar a sus viviendas.

Desde marzo, el CICR ha procedido a la remoción de la amenaza física que suponían unas 1.400 cabezas de combate, municiones, granadas y obuses de mortero en Benghazi, Ajdabiya, Misrata, Brega, Ras Lanuf y las montañas de Nefusa. La Institución también ha sensibilizado a la población en muchas comunidades sobre el peligro de manipular los artefactos explosivos; asimismo, ha formado a más de 100 voluntarios de la Media Luna Roja Libia procedentes de siete secciones locales, para que participen en la labor de educación del público.
En zonas muy contaminadas, se requerirá mucho tiempo y recursos considerables para la remoción de los artefactos explosivos y la consiguiente amenaza. También se necesitará coordinación entre los numerosos asociados, como la Media Luna Roja Libia y otras organizaciones humanitarias que trabajan en actividades relativas a las minas.

Cadáveres en Sirte

Hasta la fecha, se han recuperado más de 400 cadáveres en Sirte, gracias a la labor de  médicos del hospital Ibn Sina, voluntarios de la Media Luna Roja Libia, personal de la Comisión Nacional para los Desaparecidos y otros voluntarios civiles, quienes proceden a la inhumación temporal de los cuerpos no identificados en lugares especificados.

El CICR proporciona asesoramiento a las personas que trabajan directamente en la manipulación de cadáveres, a fin de facilitar el proceso de identificación por miembros de la respectiva familia. "Todos los restos humanos han de llevar claramente etiquetas, y se debe hacer una lista de los objetos personales, que deben guardarse por separado", dijo un delegado del CICR, Abdulbadih El Dada.

Las prioridades son obtener el acceso y realizar visitas a los detenidos

Aún hay arrestos de muchas personas, otras son liberadas. El CICR continúa manteniendo contactos con las autoridades de transición y los consejos militares, a fin de obtener acceso a todas las personas recientemente detenidas y poder controlar el trato que reciben y sus condiciones de detención.

En las dos semanas pasadas, el CICR dio con el paradero de algunos de los capturados a raíz de los recientes combates en Sirte y en Bani Walid y los visitó, también en los pabellones de detención de hospitales. Los delegados de la Institución visitaron a más de 2.500 personas en nueve lugares de detención en Misrata y Zitan y sus alrededores, entregaron artículos de aseo y 1.500 mantas en cuatro de esas instalaciones de detención. Además, el CICR tomó los datos del 400 ciudadanos extranjeros que se encontraban entre las 1.300 personas detenidas en una cárcel de Trípoli y les brindó la oportunidad de hacer llamadas a sus familiares.  

Desde finales de agosto, el CICR ha visitado a más de 6.000 detenidos en Trípoli, Misrata y otros ciudades cercanas.

Para más información:
Soaade Messoudi, CICR, Trípoli, tel.: +218 913 06 61 98
Dibeh Fakhr, CICR, Benghazi, tel.: +870 772 39 01 24 (ext. 250) ó +218 9 923 30 45 60
Steven Anderson, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 20 11 ó +41 79 536 92 50

Fotos

Sirte, Libia. La ciudad en ruinas. 

Sirte, Libia. La ciudad en ruinas.
© CICR / G. Marot

Zintan, Libia. Personal del CICR explica a un grupo de niños los riesgos de las municiones sin estallar. 

Zintan, Libia. Personal del CICR explica a un grupo de niños los riesgos de las municiones sin estallar.
© CICR / G. Marot

Sirte, Libia. Un equipo de evaluación del CICR recorre Sirte, en ruinas tras varias semanas de fuertes combates. La ciudad está vacía y unos pocos civiles han regresado hasta ahora para ver sus hogares destruidos. 

Sirte, Libia. Un equipo de evaluación del CICR recorre Sirte, en ruinas tras varias semanas de fuertes combates. La ciudad está vacía y unos pocos civiles han regresado hasta ahora para ver sus hogares destruidos.
© CICR / Y. El Shalwi

Clínica de la Media Luna Roja Libia, Sirte, Libia. El CICR y voluntarios de las delegaciones de Sirte y Ayabiya de la MLRL dialogan acerca de la distribución de ayuda humanitaria. 

Clínica de la Media Luna Roja Libia, Sirte, Libia. El CICR y voluntarios de las delegaciones de Sirte y Ayabiya de la MLRL dialogan acerca de la distribución de ayuda humanitaria.
© CICR / Y. El Shalwi